AMÉRICA TAURINA
Borja Jiménez confirma este domingo en la México
Pablo Aguado. Matador de toros
El matador de toros Pablo Aguado ha comenzado la temporada triunfando en la Feria de Fallas y Morón, donde cuajó una gran faena con indulto al toro Toledano, de El Torero. En la plaza francesa de Gamarde continuó su buena racha y salió a hombros y en la Monumental de Las Ventas, el pasado domingo, dejó una gratísima impresión por su entrega y sufrió un percance, con un esguince en la rodilla derecha.
El diestro sevillano trasluce tranquilidad y seguridad, pero dentro de una humildad que le acompaña desde que ganara en 2014 el ciclo de noveles en La Maestranza, donde el próximo viernes 10 de mayo alternará con Morante de la Puebla y Roca Rey, con toros de Jandilla, en uno de los carteles estrella de la Feria de Abril.
Pablo Aguado, que únicamente ha sumado once corridas como matador de toros, habla sobre su cita en este ciclo y analiza su prometedora carrera y su toreo. En cierta ocasión me confesó que el éxito se encuentra en ser fiel a si mismo y este joven torero sevillano lo está consiguiendo dentro de unos cánones clásicos en los que su objetivo es torear muy despacio.
–Pablo, la crítica ensalzó su toreo en Las Fallas en su primera corrida de la temporada.
–No seré yo quien lo diga. Es gratificante. No lo corroboro. El inicio de la temporada ha supuesto volver a empezar y comienzas con las dudas tras el invierno sin ponerte el traje de luces. Esos miedos y esas dudas, al despejarlos, resulta más reconfortante.
–En la segunda, en Morón, grandiosa faena e indulto.
–Siempre que toreas cerca de Sevilla se tiene mucha responsabilidad. Tuve un gran toro –Toledano– que pudo permitir esa faena y el indulto.
–¿Había indultado algún otro toro o novillo?
–Tuve la suerte de indultar un novillo de Jandilla en una novillada con picadores en San Juan de la Nava, en Ávila.
–¿Toledano era de indulto?
–Sí, lo vi para indulto. Era extraordinario. Fue a más. Fue muy bravo y obediente.
–En Gamarde continuó la buena racha y en Madrid un percance.
–Así es. En Gamarde me encontré bien y en Las Ventas tuve un lote muy peligroso y lo único que pude demostrar, a falta de opciones, fue mi entrega y actitud. Sufrí un esguince en la rodilla derecha.
–Ha mejorado con la espada.
–Gracias a Dios he mejorado. El año pasado encontré el sitio.
–Con tan pocas corridas, ¿cómo ha conseguido este nivel?
–Entrenando mucho. No sólo físicamente. También con entrenamiento mental. Hay que torear muchos toros en la cabeza.
–¿Cómo se llega a esa seguridad?
–Hay que ejercer de psicólogo de uno mismo. Tener el toreo en la cabeza y hacer bastante campo.
–¿Cómo ha asumido ser la gran revelación del año pasado?
–Con tranquilidad. No soy muy dado a regocijarme en ese tipo de halagos.
–¿No le supone mayor presión?
–Sí. Pues claro que sí. Tienes que estar al mismo nivel con el que has ilusionado a tanta gente. Lo difícil es mantener la regularidad.
–¿Cree que a partir de ahora le puedan medir de otra manera?
–No supone una preocupación. Me pedirán el cien por ciento. Eso va implícito en la vida de torero. Crea más responsabilidad.
–¿Cómo afronta su segunda temporada como matador?
–Con ilusión. Es un tópico, aunque es verdad. El trabajo, entre comillas, está hecho. No me gusta decir el trabajo. La afronto con mucha seguridad en mi mismo.
–Alterna con Morante y Roca, con toros de Jandilla ¡Vaya cartel!
–Es el cartel, el día y ganadería que todo el mundo soñaba cuando quiere ser torero. Es un privilegio y, a la vez, una responsabilidad muy grande.
–¿No le da vértigo?
–Al revés. Lo veo con ilusión; no con vértigo. Toreo para competir conmigo mismo. La versión de mi mismo es mi mejor arma.
–¿Qué ha sido lo más difícil hasta llegar aquí?
–Afrontar la presión; sobre todo en Sevilla, sin tener nada más.
–Ahora, ¿qué espera?, ¿con qué sueña?
–De momento, partido a partido.
–¿Qué conclusión extrajo de la temporada pasada?
–Que en el toreo hay que ser paciente y no dejar escapar la oportunidad.
–¿Qué busca en su toreo?
–Ser yo. Intentar olvidarme de todas las presiones y no me cohíban y poder hacer lo que quiero delante del toro.
–Su tauromaquia.
–Hacer lo que me gusta en cada momento. Busco lo de siempre. Lo que más llega es cuando un toro me permite torear despacio. Es lo que más me llena.
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