La ausencia de Roca Rey el Domingo de Resurrección en Sevilla abre el cartel a otros toreros

Ya había trascendido pero ahora terminan de encajar las piezas tal y como ha adelantado Vicente Zabala de la Serna en su cuenta personal de la red X. Andrés Roca Rey, que va conformando a cuentagotas el arranque de su temporada europea, no estará en la plaza de la Maestranza en la tarde del 20 de abril, ese tardío Domingo de Resurrección en el que hará el paseíllo, previsiblemente, en el ruedo francés de Arlés.  

En Resurrección sí sería fijo Morante de la Puebla después de haber alcanzado el compromiso con la empresa Pagés para anunciarse en cinco tardes en la temporada 2025 en la plaza de la Maestranza. Serían, además de la de la lujosa apertura pascual, otras tres en primavera y una quinta en San Miguel pendientes de las negociaciones definitivas que entran en velocidad de crucero según pasen los Reyes Magos. 

En cualquier caso, la decisión de Roca Rey abre el cartel del Domingo de Resurrección y permite un mayor margen de maniobra a Ramón Valencia a la hora de componer las piezas de esa combinación de toros y toreros que obra de fachada de lujo del abono hispalense. Ya lo hemos dicho: Morante es la cabecera indiscutible de un cartel que tiene otros acreedores naturales. En la calle, la misma que la empresa presume de oír a la hora de poner en pie la terna, se invoca el nombre de Juan Ortega, autor de la faena más resonante y trascedente de la pasada campaña en el coso del Baratillo. 

El caso Ortega

Pero a nadie se le escapa que los últimos jaleos de trastienda taurina podrían afectar a las negociaciones entre Ramón Valencia, gestor de la plaza de la Maestranza, y José María Garzón, apoderado del diestro sevillano. El primero ha denunciado la concesión de la plaza de Santander -a la que se presentaba junto a la casa Matilla- al segundo que, a su vez, suena en las quinielas de pretendientes a la gestión del propio coso maestrante que iniciará una nueva etapa o seguirá con la actual dirección después del 31 de diciembre de 2025, fecha de finalización del actual contrato que vincula a Pagés con el cuerpo nobiliario. 

Ortega, en cualquier caso, tendrá tratamiento de torero base de un abono necesitado de alicientes, con una primera fila de matadores en la que abundan los nombres amortizados. El diestro sevillano, como el propio Roca Rey, está anunciado junto a Saúl Jiménez Fortes en la Corrida Picassiana de Málaga el Sábado Santo, festejo que organiza el propio Garzón. A partir de ahí, las dudas sobre su presencia al día siguiente en Sevilla son más que razonables. 

Pero la ausencia de Roca Rey permite abrir otra ventana que, hasta ahora, estaba vedada a Daniel Luque, vedado de los carteles de Roca Rey por un inoperante veto que ha escamoteado la competencia más necesaria y natural de los últimos tiempos en los ruedos. El matador de Gerena es el triunfador oficial de la pasada Feria de Abril y uno de los toreros en mayor forma técnica y artística del momento. Ha abierto la Puerta del Príncipe en años consecutivos y ha cuajado varias faenas de altísimo diapasón que le hacen merecedor de tal honor. Encima de la mesa del despacho de la calle Adriano también está el nombre de Alejandro Talavante, torero bien y cómodamente instalado en el sistema que también traspasó el mítico arco de piedra en la pasada Feria de San Miguel sin demasiados clamores. Tampoco hay que olvidar el papel jugado por Borja Jiménez, triunfador de la pasada campaña y flamante ganador de la Oreja de Oro de Radio Nacional de España. ¿Podría ser otro comodín para la empresa? 

Mientras tanto, las intenciones de Roca Rey en 2025 pasan por torear menos y elevar su cotización. El peruano no estará en Olivenza –punto de arranque de Morante después de recuperarse de sus problemas psquiátricos- e iniciará su campaña en la próxima feria de Fallas. En Sevilla se presume su presencia en dos tardes primaverales y una tercera en San Miguel. El encaje de las piezas principales comienza ahora. Hay tiempo hasta las vísperas del Miércoles de Ceniza.