A las puertas de una nueva temporada
EL REPASO
La tradicional feria de Olivenza marca el definitivo pistoletazo de salida de una campaña taurina con guiones demasiado preconcebidos
Apostillas a los carteles: el triunfo de los despachos
Ramón Valencia: lo de Emilio de Justo es como ir a la guerra sin armas
Todo está preparado. Hasta esa inestabilidad meteorológica que suele acompaña al ciclo oliventino en el inicio de una temporada que ya cuenta los días para lanzarse en la feria de Fallas. Cambia el mes, se estrena esta cuaresma tardía y ya se acerca la primavera –sin desprenderse del agua y el frío- que nos llevará de la mano a la ansiada meta del Domingo de Resurrección. Los toreros velan ya sus armas sabiendo que les espera el toro en todas partes…
Pero la feria de Olivenza de 2025 está marcada en la agenda como escenario de la reaparición de Morante, seis meses largos después de enfundarse el traje de torear por última vez en la plaza de Palencia. En este tiempo ha luchado por recuperarse de ese grave trastorno psiquiátrico que le atormenta desde su juventud, recrudecido en los dos últimos años. La incompleta recuperación le obligó a cortar la temporada pasada después de varias idas y venidas que delataban el drama interno.
Se repetía punto por punto el guión del año anterior, justificado con una recurrente lesión de muñeca que solapaba el verdadero drama del torero. Morante había marcado su propia cumbre taurina y personal en una tarde, la del 26 de abril de 2023, que ya está marcada en la historia de la plaza de la Maestranza. Entonces nadie podía atisbar que aquella estampa de felicidad escondía el inicio de la tremenda recaída, la vuelta de los peores fantasmas. A partir de ahí ya nada sería igual…
La vuelta del genio de La Puebla, con todos los riesgos que implica, es el argumento más atractivo –también el más azaroso- de este inicio de campaña en el que hay tantos guiones preconcebidos en esos despachos en los que se manejan los resortes del toreo. Nada de lo que ya hayamos hablado tantas veces, y de lo que habrá que hacerlo aún. La pervivencia de un senado funcionarial en las principales ferias sólo se justifica en el pulmón artificial que prestan las grandes casas, con la poderosa y silente saga de los Matilla en la cúspide del negocio.
De una incómoda rueda de prensa…
De esa deriva no se libra ninguna feria, ninguna plaza… Los propios carteles de la temporada sevillana sirven para constatar esa deriva. El Morante, Manzanares y Talavante del 5 de mayo podría haberse programado idéntico hace casi veinte años… Comparen la descriptible ilusión que despierta esa terna con la que, encabezada también por Morante completan Juan Ortega y Pablo Aguado. Ejemplos hay muchos más… ¿No existe un relevo para la primera fila? ¿Se están cerrando puertas y oportunidades a los que podrían protagonizarlo? ¿La vigencia de esos toreros cargados de trienios obedece a una verdadera atracción en la taquilla o demanda de los públicos? Cada uno que saque sus propias conclusiones…
Esos carteles, por cierto, fueron presentados la pasada semana en una tensa rueda de prensa en la que se evidenciaba la incomodidad de los Valencia, padre e hijo, que marcaron algunas líneas rojas previas a los plumillas congregados en esa convocatoria en la que todo es sabido de antemano menos el intríngulis o las explicaciones de los empresarios
El gerente de Pagés ya había advertido antes de entrar en la harina de las preguntas –que tampoco fueron muchas- que jamás había faltado a la palabra dada a un ganadero. Escocía, era evidente, el comunicado enviado el viernes anterior por la familia Martínez-Conradi mientras se presentaba el cuadro de Martha Jungwirth. La misiva acusaba al empresario, precisamente, de faltar a esa palabra. La verdad, o las verdades, la conocen los interesados: a un lado y otro de esa mesa de la que se levantaron los ganaderos para retirar la esperada corrida de La Quinta en una decisión inesperada, inédita y evidentemente traumática. Sí hay una evidencia: ni la fecha ni el cartel eran los apropiados. El gran perdedor es el aficionado que también ha hecho su propio juicio de las combinaciones presentadas.
Otras cosas que repasar
¿Qué más cosas se pueden contar de la semana que se fue? Después de varias jornadas a tope de entregas de premios de distintas tertulias, círculos y asociaciones, la climatología se iba a encargar de forzar la suspensión de varios festejos, incluido el festival organizado en Algeciras a beneficio de los damnificados por la DANA de Valencia. Antes de la suspensión ya se había sabido que Morante no iba a estar listo para hacer el paseíllo vestido de corto por unas molestias físicas sobrevenidas por la preparación del trascendental paseíllo de Olivenza. En Écija, el día de Andalucía, también se quedaron sin toros. Hubo aplazamiento en Constantina…
Y seguimos a la espera de conocer y publicar esos Premios Andalucía de Tauromaquia que sí tienen fecha fija de entrega. Será el próximo día 26 de marzo, algunas jornadas después de los que concede la Real Maestranza de Caballería para premiar, en un mismo acto, los mejores expedientes de la Universidad Hispalense y los toreros y ganaderías más sobresalientes de la Feria de Abril. Aquí ya se para poco…
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