AMÉRICA TAURINA
Borja Jiménez confirma este domingo en la México
Enmudecidas ya las pocas cornetas que la lluvia dejó que sonasen por las calles de Sevilla son ahora los clarines de la Maestranza los que cobren protagonismo para montar la banda sonora de Sevilla. Desde hace mes y medio hace furor la campaña publicitaria de la Empresa Pagés y en ella establece un reto por el que se pone en juego el trono del toreo en esa joya de la corona que es la plaza más bella del mundo. La temporada de Sevilla echa a andar a partir de las seis y media de esta tarde de Pascua de Resurrección en la que se considera corrida fundamental dentro de la programación de la temporada.
Estamos en el vigésimo cuarto Domingo de Resurrección después de Curro Romero, el torero que le dio lustre a una fecha que fue rica en carteles de relleno. Fue a partir de los 1969 cuando Diodoro Canorea proyectó abrillantar esta corrida y para ello apeló al tirón de Curro Romero, que hizo el paseíllo nada menos que en veinticuatro ocasiones y su última vez fue en el Domingo de Resurrección del año 2000, año en el que falleció Canorea y en que se retiró el camero. Ese día coincidió en el cartel con Morante, siendo Enrique Ponce el tercero en discordia.
Y Morante será el que abra esta temporada de 2024 y el que conforme la cimentación de toda la temporada sevillana. Torea hoy, tiene tres tardes en la Feria y cierra la temporada en San Miguel la tarde en que le dirá adiós a Sevilla Pablo Hermoso de Mendoza.
Candidato indudable a ocupar el trono que sirvió de base para promocionar el abono, Morante ha llevado la preocupación con sus renuncias a torear tras sus actuaciones en Olivenza y en Fallas. Hace unos días, él mismo se encargó de anunciar la buena nueva de que estará esta tarde en la puerta de cuadrillas de la Maestranza en compañía de dos competidores tan competitivos como son Sebastián Castella y Andrés Roca Rey para conformar un cartel ciertamente internacional.
José Antonio Morante de La Puebla llega a la Maestranza con el recuerdo de aquella cumbre que escaló el miércoles de Feria pasada con Ligerito, un bravo toro de Domingo Hernández que le tocó en segundo lugar el 26 de abril de 2023 y que se fue sin el rabo al desolladero. Por cierto que Ligerito sigue procreando después de muerto en la finca salmantina de Garcigrande. Esa tarde vio Morante cumplido su sueño de abrir la Puerta del Príncipe, algo que ya consiguió en la Feria de 1999.
El cartel de esta tarde está compuesto por tres toreros que abrieron la puerta mayor del toreo el pasado año, pues Castella lo hizo en San Miguel y Roca Rey el 19 de abril, una semana antes de que el cigarrero. Esas dos ocasiones fueron la primera vez del francés y también del peruano. Sin duda alguna, es un cartel rematado aunque el aficionado siga echando de menos esa especie de duelo al sol maestrante que significaba un encontronazo entre Roca y su vecino en Gerena Daniel Luque. Sin duda, el morbo de la confrontación hubiera alimentado la expectación, aunque lo que se anuncia para hoy no está, precisamente, ayuno de interés. Y es que desde hace varios días, el cartel de no hay billetes salió de imprenta.
Abre la tarde Morante (La Puebla del Río, 12 de octubre de 1979) erigido ya en predilecto de la afición sevillana y heredero natural del sitial que ocupó y continúa ocupando Curro Romero. Y en esa competición que auspició la campaña publicitaria de la Empresa Pagés es aspirante principal a ocupar el trono del toreo según Sevilla. Su primera Puerta del Príncipe la protagonizó en su tercera campaña de matador de toros con un encierro de Guadalest en compañía de Litri y de El Cordobés y veinticinco años después se sigue esperando incluso con más ilusión que entonces.
Tras el cigarrero ha entrado en este atractivo cartel Sebastián Castella (Beziérs, 31 de enero de 1983). Este francés avecindado en el Aljarafe estuvo retirado un par de temporadas y volvió con renovado entusiasmo el pasado curso, dando un puñetazo en la mesa del toreo abriendo la Puerta Grande de Madrid en San Isidro y la del Príncipe meses más tarde en San Miguel. Apoderado por Antonio Matilla, el ganadero de esta tarde, Castella se ha confirmado como el mejor torero que nos vino de allende los Pirineos. Y pos si fuera poco triunfar en las dos primera plazas del orbe, dio otro puñetazo en la mesa del toreo, conquistando el Escapulario del Señor de los Milagros que se pone en jugo anualmente en el coso limeño de Acho.
Y llegamos al hombre que cierra el cartel, ese cóndor andino llamado Andrés Roca Rey (Lima, 21 de octubre de 1996), indiscutido como primera figura del toreo actual. Su poder de convocatoria es el mayor de cuantos componen el escalafón de matadores. Con su presencia, los empresarios se aseguran la afluencia mayor de público, siendo habitual el anhelado no hay billetes. Tiene una virtud añadida Roca Rey en el interés que despierta en la juventud, que lo ve como uno de los suyos.
Y estos tres toreros son los que le dan el pistoletazo de salida a esa lucha por el trono del toreo y que se dilucida en la Joya de la Corona (Barbeito dixit), léase la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y que se celebra en este mes de abril desde esta tarde de Domingo de Resurrección y el domingo 21 de abril, siendo el final cuando se arrastre el último toro de Miura. ¿Quién ocupará tan deseado trono? Se admiten apuestas, todo arranca esta tarde.
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