Pepe Luis Vázquez Silva: el (pen)último matador de una saga
MUERE PEPE LUIS VÁZQUEZ SILVA
El hijo del llamado ‘Sócrates de San Bernardo’ ha sido, hasta ahora, el último miembro de la dinastía que se ha doctorado.
Su sobrino Manolo Vázquez lo hará el próximo 7 de septiembre en Cortegana
Muere el diestro sevillano Pepe Luis Vázquez a los 67 años.
Manolo Vázquez tomará la alternativa en Cortegana
La llorada e inesperada muerte de Pepe Luis Vázquez Silva ha refrescado la historia de esta frondosa dinastía de San Bernardo que ennoblece el árbol del toreo sevillano. Pero… ¿quién fue el primer Vázquez torero? Francisco Vázquez, Vázquez Chico en los carteles, fue un banderillero decimonónico y el iniciador de la saga. José Vázquez Roldán, su hijo, también intentó ser torero y aunque no logró alcanzar la gloria sí puede presumir de haber ramificado una dinastía que cuenta aún con una rama viva, quinta generación taurina de esta familia que ya peinaba coleta en los últimos lustros del siglo XIX. Don José fue novillero y matarife en aquel vivero taurino que cosía el arrabal de San Bernardo con el gremio del matadero, mudado al Cerro del Águila desde la Puerta de la Carne hace poco más de un siglo. Nacido en 1892, fue padre de una extensa prole en la que descollaron dos figuras clave: Pepe Luis y Manolo Vázquez Garcés.
El primero, fallecido en 2013 y padre de Pepe Luis Vázquez Silva, es considerado uno de los nudos fundamentales de la tauromaquia hispalense además de uno de los artistas más importantes que dio el toreo en el siglo XX. Su hermano Manolo, de alternativa más tardía, sublimó el toreo de frente y restauró los valores añejos del toreo en aquella reaparición -entre 1981 y 1983- sin la que no se podría entender su trascendencia taurina.
Pero hubo otros Vázquez Garcés que vistieron de luces. Rafael, nacido en 1926, se inició como novillero pero no llegó a tomar la alternativa y decidió tomar los palos. Antonio (1933) sí alcanzó el grado de matador de toros. Se lo otorgó su hermano Manolo en las fallas de Valencia de 1954. No toreó mucho y acabó vistiéndose de plata. La última rama de esta generación fue Juan, que lo intentó como novillero antes de pasarse a las filas de los subalternos a partir de la temporada de 1961.
Pasaron algunos años antes de que irrumpiera una nueva rama: la de los Vázquez Silva, hijos del gran Pepe Luis Vázquez Garcés. Rafael y Juan Antonio llegaron a debutar con picadores. También se presentó en público Ignacio, farmacéutico de profesión, pero un doloroso percance -que le costó la visión de un ojo- frustró su incipiente carrera taurina. Manuel -Lolo para todos- también hizo algún escarceo pero fue Pepe Luis el único que levantó el vuelo. Su tío Manolo, reaparecido para la ocasión, le dio la alternativa en Sevilla en el 81.
Pepe Luis volvió a vestirse de luces durante 2017 logrando uno de los mayores éxitos de su carrera en el Corpus granadino. En 2018 iba a torear en público por última vez, amparando la presentación de su sobrino segundo, Manuel Vázquez Rodríguez-Toajas que tomará la alternativa el próximo 7 de septiembre en la plaza de Cortegana de manos de Curro Díaz y en presencia de Miguel Ángel Perera.
Pero hay más saltos en la genealogía: otro Pepe Luis Vázquez, nieto del Sócrates de San Bernardo, llegó a presentarse en público -con un nieto de Antonio Bienvenida- aunque ahora enfoca su vida en la carrera del periodismo. Es su primo segundo, Manuel Vázquez Rodríguez-Toajas, el último brote de este árbol frondoso. Es hijo de Manuel Vázquez Gago; nieto de Manolo y Andrés Gago; biznieto del señor José, tataranieto de aquel oscuro banderillero que fundó una frondosa saga taurina. Su debut en Higuera de la Sierra, el 16 de septiembre de 2017 actuando junto a su tío Pepe Luis logró animar el cotarro.
Después llegó aquella corrida mixta de Osuna que le sirvió para debutar con picadores en el otoño de 2018, de nuevo con Pepe Luis que aquel día sufrió un duro percance que no le impidió acompañarle, una vez más, en su presentación en la plaza de la Maestranza en el festival organizado a beneficio de las obras sociales y asistenciales de la Hermandad de la Macarena, el 12 de octubre de 2018. En agosto de 2019 llegó el primer ictus, la retirada de la vida pública, el aliento de los amigos que le animaron a volver a ponerse delante de una becerra en el Cortijo de la Sierra, la finca de Rocío de la Cámara…
El pasado 28 de febrero fue su última aparición pública. El festival taurino del Real Club Pineda, de alguna manera, se había organizado como un homenaje a su figura. Recibió el brindis, entre otros, de su íntimo amigo Eduardo Dávila Miura. Se le veía sonriente, agradeciendo el cariño de tantos amigos… Este día de Santa Ana fue encontrado sin vida en su finca El Canto. La familia habla de las complicaciones de ese ictus. La autopsia determinará la definitiva causa de su muerte. Descanse en paz.
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