Olga Casado da el campanazo en el festival de los damnificados de Valencia

La novillera Olga Casado, alumna de la Escuela Taurina José Cubero "Yiyo", y que cortó el rabo de su novillo, sobresalió sobre las figuras que se anunciaron este domingo en el Palacio Vistalegre a beneficio de los damnificados por la dana de Valencia y que registró una gran entrada de público.

Después de que el cantante Francisco interpretara con la banda de música el himno de la Comunidad Valenciana, y tras un minuto de silencio en memoria de los fallecidos por las riadas del 29 de octubre, arrancó un festejo en el que, entre la variedad del juego de los utreros elegidos, no llegó a verse un toreo demasiado lucido.

Hasta que salió ese séptimo de Olga Casado, quienes más lograron conectar con el público, hasta el punto de pasear dos orejas cada uno, fueron Alejandro Talavante y Fernando Adrián, contando sobre todo con el excelente juego de sendos utreros finalmente premiados con la vuelta al ruedo en el arrastre.

El de Talavante, del hierro de El Freixo, tuvo calidad y unas medidas fuerzas, lo que el torero extremeño conjugó en una faena de tandas cortas de muletazos, completada con adornos, desplantes y demás guiños a la benévola galería.

Por su parte, el novillo de Fernando Adrián, jugado en quinto ligar, llevó el hierro de Domingo Hernández, y además de ser el mejor armado fue también, con diferencia, el de bravura más entregada del variado septeto.

El diestro madrileño le hizo una larga faena y de intermitente intensidad, sin llegar a mantener un criterio uniforme en colocación y pureza, pero con la suficientemente transmisión entre torero y novillo para que se premiara doblemente.

Así que, en tarde de generosidades, no extrañó que a Olga Casado le concedieran hasta el rabo de ese noble séptimo de la divisa de Garcigrande, cuya muerte brindó a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que presenció el festival desde una localidad de palco.

La rubia alumna de la escuela taurina madrileña mostró ya su voluntad de triunfo con el capote, aunque sin concretar tanto como con la muleta, con la que le hizo aun animal noble pero muy medido de fuerza una faena templada y honda, siempre en los parámetros del clasicismo, incluso cuando le ligó una excelente serie de derechazos con las dos rodillas en tierra.

Ese torero "por derecho" de Olga Casado aún tuvo continuidad en un buen manojo de naturales y un remate de ayudados por alto y por bajo, además de manoletinas y adornos mirando al tendido de idéntico temple, precedentes de una buena estocada y de la justa concesión de los máximos trofeos, dado el nivel que marcó la presidencia toda la tarde.

Porque, ya con el segundo, también de Garcigrande, le dieron una oreja a Sebastián Castella por un muleteo deslavazado y destemplado a un novillo al que violentó más de la cuenta, mientras que Enrique Ponce dio una gentil vuelta al ruedo tras lidiar al que abrió plaza, de la misma ganadería, con un deslucido y despegado esfuerzo de intentar atemperar la actitud defensiva del animal.

El peruano Roca Rey, por su parte, se alargó monótonamente en un trasteo sin brillo alguno ante un noble utrero de Núñez del Cuvillo, con el que no le sirvieron ni los efectismos finales para llegar a los tendidos.