La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¿Que yo pago la luz en dólares?
Reaparición demorada
Tampoco será en San Fermín, donde estaba anunciado el próximo 12 de julio en el octavo festejo de la Feria del Toro. Morante sigue demorando la fecha de vuelta a la contienda de la temporada, un mes largo después de torear la última corrida en Cáceres. Algunos días después anunciaba un impasse indefinido con la promesa de volver en pleno fragor de la campaña siempre y cuando sus recurrentes problemas psicológicos lo permitieran. En el inigualable coso pamplonica será suplido por Pablo Aguado que cerrará un cartel que ahora abre Cayetano Rivera Ordóñez y completa, máxima estrella del ciclo, Andrés Roca Rey. Los toros a lidiar pertenecen al hierro de Jandilla.
Mientras tanto, su nombre no ha parado de aparecer en estos días en los medios especializados: a la vez que iban goteando las sucesivas sustituciones –las últimas habían sido en Teruel y Estepona y ahora se suma Pamplona- no ha dejado de anunciarse en la mayoría de las ferias que se han ido presentando desde que decidió parar. Morante, en su ausencia, sigue siendo un diestro base de la temporada 2024. En la agenda del matador cigarrero, que sigue engordando, figuran plazas como Mont de Marsan , Valencia, La Línea, Santander, Azpeitia, Huelva, El Puerto, Huesca, Marbella, Pontevedra, Málaga, San Sebastián, Gijón, Antequera, Valladolid, Utiel, Murcia y Sevilla.
Morante, que arrastra un trastorno de la personalidad, ya se había visto obligado a cortar brevemente antes de afrontar la cita del pasado Domingo de Resurrección en Sevilla, primer bolo de una Feria de Abril resuelta en grisallas. En aquel momento se volvían a alimentar los rumores sobre el alcance de la dolencia psiquiátrica que arrastra desde su juventud el torero de La Puebla. Pero las alarmas del mundillo taurino ya estaban encendidas desde el 9 de febrero. Morante compareció aquel día, con Curro Romero del brazo, en el hotel Alfonso XIII de Sevilla para recoger el Premio Andalucía de Tauromaquia.
Su aspecto demacrado y las dificultades para agradecer el galardón, despertaron algunos fantasmas que se creían olvidados. No tardó en trascender, en voz baja, que el matador cigarrero había experimentado un agravamiento de la dolencia psiquiátrica –un trastorno de bipolaridad- que ya le obligó a retirarse temporalmente en 2004 después de una etapa convulsa en sus relaciones con la empresa Pagés. Esos problemas de salud mental le obligaron a marcharse a Miami, donde fue tratado hace casi dos décadas.
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