Morante: cinco tardes en Sevilla para espantar fantasmas

TEMPORADA 2025 EN SEVILLA

El diestro de La Puebla, inmerso en la preparación de las fiestas de San Sebastián de su patria chica, habría alcanzado un acuerdo con la empresa Pagés para retomar su papel de columna central del abono

Las fiestas de San Sebastián de La Puebla del Río constarán de dos encierros

Morante adelantará su reaparición a Olivenza

Morante alcanzó la cima de su carrera cortando un rabo en la Feria de Abril de 2023.
Morante alcanzó la cima de su carrera cortando un rabo en la Feria de Abril de 2023. / Juan Carlos Muñoz

Cinco tardes: la del Domingo de Resurrección, tres en el ciclo primaveral y una quinta en la feria otoñal de San Miguel son las que habría acordado el genio cigarrero con la empresa Pagés renovando su papel de diestro base del abono hispalense. Son las que, firmadas en 2024, no pudo cumplir el pasado año. Así lo ha adelantado este lunes, penúltimo día de 2024, el portal especializado mundotoro.com dando carta de naturaleza a las últimas filtraciones. La mejor noticia es que Morante, cada vez más recuperado de las dolencias psiquiátricas que convirtieron la pasada campaña en un ir y venir, es que está puesto y dispuesto para afrontar una temporada al uso que no podría ser la misma sin su concurso.

De una u otra forma, Morante ya habría escenificado el célebre arroz con pato con Ramón Valencia que sirve para atar su presencia en la temporada baratillera adelantándose al resto de la grey torera. Es la ley de Guerrita: después de mí, nadie… Las cinco tardes de Morante, de una forma u otra, sirven para trazar la columna vertebral de un abono que se engrosará después del paso de los Reyes Magos. En Sevilla ya han anticipado su mejor regalo: el diestro de La Puebla se recortará en la fronda de la puerta de cuadrillas de la plaza de la Maestranza el próximo 20 de abril. Habrá dos más...

Quedan por saber quiénes serán las ganaderías que estoqueará en Sevilla y sus compañeros de terna pero, mientras tanto, continúan los dimes y diretes en torno a su presencia en las primeras ferias de la temporada. Ya ha trascendido –a falta de la presentación oficial de los carteles- que Morante volvería a la palestra el 8 de marzo en Olivenza abriendo cartel a Emilio de Justo y Borja Jiménez para estoquear una corrida de Victoriano del Río, la misma divisa que es apuesta de la empresa Pagés para abrir la temporada sevillana el Domingo de Resurrección.

El nombre de Morante también es clave para cerrar los carteles de la feria de Fallas que, en 2025, condensarán la temporada valenciana por las obras que tendrán que adecuar el coso de la avenida de Játiva en verano. Mientras tanto, ya se ha dicho, se encuentra inmerso en la preparación las fiestas de San Sebastián en La Puebla del Río que este año doblarán encierro y novillada en las jornadas del 18 y 19 de enero. En las quinielas de la temporada que vendrá también se habla de su presencia en la Beneficencia madrileña, necesitada de estos alicientes…

Antecedentes

El previsible anuncio de Morante en los carteles del abono sevillano –que sólo se oficializará en torno al Miércoles de Ceniza- nos hace retroceder a los recurrentes problemas de salud mental que atormentan al diestro de La Puebla desde hace más de dos décadas. Esos trastornos volvieron en 2024 aunque el propio matador anticipó ese rebrote a la temporada anterior, convertida en un ir y venir a pesar de haber alcanzado su propio techo artístico en la tarde del 26 de abril de 2023 con el corte del rabo del toro Ligerito de Domingo Hernández.

El propio torero confesó a este medio que esos trastornos psiquiátricos ya le cercaban esa fecha. Desde entonces, ya no pudo ser el mismo. El torero y su entorno justificaron con la recurrente y molesta lesión de muñeca las idas y venidas aquella campaña, cancelada definitivamente tras un sinfín de eclipses parciales después de cumplir su primer compromiso de la feria de San Miguel.

Un año después se reprodujo un panorama muy parecido, con la temporada interrumpida definitivamente después de la fugaz, feliz y lluviosa actuación de Palencia el pasado 31 de agosto. Desde entonces no ha vuelto a vestirse de luces; tampoco pudo hacerlo en Sevilla por otoño. En realidad no cabía otra decisión: el diestro cigarrero ya había comenzado el año envuelto en los peores augurios mientras arreciaban los rumores sobre el recrudecimiento de ese trastorno de personalidad a raíz de su comparecencia en los flamantes Premios Andalucía de Tauromaquia, el pasado mes de febrero. Morante no estaba e incluso se vería obligado a parar antes de levantar el telón de la temporada sevillana el último Domingo de Resurrección. Pero el rostro del torero y su rendimiento en el ruedo seguían delatando el sufrimiento interior, forzando un segundo y largo parón entre el primero de junio y el 23 de julio, fecha en la que reapareció en Santander mostrando una absoluta plenitud artística y profesional.

Había vuelto el mejor Morante pero la procesión iba por dentro. Hubo un definitivo punto de inflexión a raíz de la sonora y polémica espantada de Linares por unos supuestos desencuentros con la autoridad gubernativa y los equipos veterinarios de la plaza. Fue el 28 de agosto pero estaba claro que había algo más. A raíz de ahí se sucedieron las caídas de los distintos carteles mientras se barruntaba lo inevitable. Ya lo hemos dicho: volvió fugazmente el 31 de agosto en Palencia y el 11 de septiembre anunció que cortaba. Desde entonces ha viajado, se ha vuelto a encontrar... Pero Morante quiere volver a torear.

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