Morante anticipa la fiesta de La Puebla pregonándola en un 'cuatro latas'

A media tarde de este viernes ya habrá pocos huecos en las calles de La Puebla pero Morante había anticipado la fiesta, subido en un cuatro latas, pregonando su programa por las calles de Sevilla. El clásico bar Taquilla, en la calle Adriano, o el bar Donald, en Canalejas, fue parada obligada en el periplo del diestro cigarrero, siempre acompañado de su apoderado Pedro Marques. No habrá taradado el marcharse a su pueblo: el encierro inofensivo de los más pequeños -programado en la tarde de este viernes- oficia de anticipo del plato fuerte que se servirá este fin de semana sin perder la perspectiva del tótem ibérico por naturaleza: el toro bravo. Morante, que sigue dando pasos en la recuperación de sus trastornos psiquiátricos antes de afrontar la temporada, es el último responsable del auge y la buena salud de este programa festivo que otorga una inconfundible dimensión a las fiestas patronales de San Sebastián desde hace una década. Morante de la Puebla se troca en La Puebla de Morante... 

Centenares de chicos acompañados por sus familias habrán disfrutado de un encierro sin peligros, unos “toros de mentirijillas” tal y como decían los niños de una edición pasada al ver los carretones que sirven para emular a los mayores. Se trataba de evitar los riesgos que sí acompañarán a los corredores en los esperadísimos encierros del mediodía del sábado y el domingo. Pero los protagonistas en esta jornada de prólogo son los más pequeños. Para la ocasión no faltará el clásico chupinazo que será lanzado por Fausti, nieto de Faustino Cabello, de los Romeros de la Puebla. Será el inicio del trepidante recorrido desde los corrales hasta la abarrotada plaza portátil instalada en la antigua explanada del tranvía que, después del paso de los carretones, contemplará en las jornadas del sábado y el domingo la llegada de las reses, la capea popular y las dos novilladas de promoción programadas para el fin de semana. Pero en la tarde de este viernes acoge la actividad Vamos a jugar a los toros para enseñar los rudimentos del toreo a los más pequeños. Hay que prender la llama de la afición… 

Desde este punto, la fiesta no dará descanso: el encierro infantil es el definitivo pistoletazo de salida de la programación prevista para honrar al patrón. Conviene recalcar el papel de Morante como catalizador de la celebración e inspirador de ese encierro –este año por partida doble- que ha revolucionado el programa desde su estreno. El encierro, en su belleza simple y su trepidante brevedad, se ha convertido en el centro de la fiesta. Eso sí: es importante recalcar que la carrera de las reses sólo es la precuela de las novilladas vespertinas que hacen un guiño necesario a la promoción de las bases del toreo, tan necesitada de oportunidades.  

Dos jornadas sin descanso

El meollo de la fiesta llegará con el fin de semana. Conviene madrugar el sábado y estar pronto en el pueblo para aparcar sin demasiados contratiempos. Hay tiempo de recorrer el trazado del encierro antes del mediodía, dejarse llevar por el soniquete de la charanga, gozar con la magnífica Banda Municipal de la Puebla del Río que recorrerá en toda su extensión la calle Larga antes de que sea tomada por las reses. La suelta de los erales estará precedida de la salida de San Sebastián de la parroquia para ocupar su sitio en la Esquina del Reloj. Llegará el momento de disparar el preceptivo chupinazo desde el balcón del antiguo ayuntamiento, con la calle abarrotada. En su estreno fue el propio Morante el encargado de prender el cohete. Le han seguido personajes y famosos como Calamaro, el futbolista Joaquín, Los Romeros de La Puebla, Juan José Padilla, Manuel Ruiz de Lopera, César Cadaval y Siempre Así, Francisco Rivera Ordóñez... ¿Quién será el encargado de disparar este año ese cohetazo que enciende todos los entusiasmos? 

Habrá que soltar los nervios, liberar la adrenalina en una carrera precedida del sonido de las esquilas de los mansos y esa electricidad compartida que sólo presta la emoción del toro bravo en vivo y en directo. Morante también se ha prodigado años atrás como corredor en un circuito que tiene una extensión aproximada de 700 metros y abarca en toda su extensión la calle Larga para desembocar en la plaza portátil instalada para la ocasión. No faltan los pañuelos al cuello con el rojo y añil de la bandera de La Puebla; tampoco el concurso de expertos corredores y hasta de algunos toreros que colaboran en el buen fin del evento como pastores o dobladores.  

La fiesta no da tregua. Al encierro sigue una suelta de vacas para aficionados y a ésta la paella popular. Pero hay que correr de nuevo al ayuntamiento, en torno a las tres de la tarde, para contemplar el vistoso pasacalle de los novilleros que despacharán los erales que habían sido soltados a mediodía. Pertenecen a los hierros de Fermín Bohórquez, Garcigrande, Macandro, Espartaco, García Jiménez y Talavante. A las cuatro serán lidiados en formato de concurso de ganaderías, con premio para el mejor ejemplar, por Vicente Sánchez Bermejo (escuela taurina de Vila Franca de Xira), Rafael de la Cueva (escuela taurina José Cubero Yiyo de Madrid), Diego Mateos (escuela taurina de Salamanca), Alejandro González (escuela taurina de Albacete), Manuel Domínguez, (Escuela Taurina de Sevilla) y El Gali (escuela taurina de Málaga).

Pero este año la ración es doble: el guión –chupinazo, encierro, capea, pasacalles, novillada- se repetirá punto por punto en la jornada dominical con reses de Murteira Grave que serán despachadas por los aspirantes Joao Mexia (escuela taurina de Moita), Manuel Luque El Exquisito (de La Puebla del Río), David Gutiérrez (escuela taurina de Badajoz), Juanmi Vidal (escuela taurina de Sanlúcar de Barrameda), Javier Ragel (escuela La Gallosina de El Puerto de Santa) y Miguel Vázquez (escuela taurina de Sanlúcar de Barrameda). Muy importante: el novillero triunfador toreará en las novilladas de promoción en la Real Maestranza de Sevilla en 2025.