Martín Morilla suma solidaridad y buen toreo a beneficio de la asociación ‘Mi sobrino Manuel’
SOLIDARIDAD
El joven novillero de Morón de la Frontera organizó un tentadero solidario para recabar fondos destinados a la investigación de la enfermedad del síndrome de Dandy Walker y la mutación del gen RAC1, que sufre el pequeño
Juan José Padilla ya es el nuevo apoderado de Martín Morilla
Martín Morilla se impone a la mansedumbre
La Hacienda La Alta Escuela de Morón de la Frontera acogió el pasado sábado una jornada campera organizada por el novillero Martín Morilla en colaboración con la Hermandad del Rocío de la localidad que tenía un objetivo definido: recaudar fondos para la asociación Mi sobrino Manuel que promueve el banderillero Juan Sierra para apoyar la investigación del síndrome de Dandy Walker y la mutación del gen RAC1 que sufre el pequeño, su sobrino, y le produce retraso en el lenguaje, pobre coordinación de movimientos, falta de equilibrio, hiperactividad, cardiopatía y epilepsia.
La jornada campera se inició con la tienta de dos ejemplares donados por la divisa de Torrehandilla que permitieron el lucimiento del joven novillero de Morón de la Frontera que estuvo acompañado en todo momento por su nuevo apoderado, el diestro jerezano Juan José Padilla, que le aportó los primeros consejos entre barreras.
Tras el tentadero llegaron la comida campera y actuaciones musicales en directo durante toda la tarde. Los artistas que contribuyeron gratuitamente a esta jornada solidaria fueron: David El Galli, Juan de Juan, Ignacio de Amparo, Manuel de Angustias, Alpairo y Chanel, Zenaida & Miriam Gallardo, NCala2, Coro de la Hermandad del Rocío de Morón, Alberto Reina y DJ Ramón Cabrera.
“Gracias a la iniciativa de Manuel Martín Morilla se cumplió el objetivo inicial de recaudar fondos para hacerle más fácil y llevadera la vida a las personas que tienen alguna de estas enfermedades, así como para progresar en el conocimiento e investigación de las mismas” ha explicado el gabinete de prensa del prometedor novillero destacando el éxito organizativo, la gran convocatoria de público y que todo se hizo “acercando la tauromaquia y el campo bravo a la sociedad, que de esta forma asimilará todavía más lo que el torero realiza en la plaza cada vez que se viste de luces”.
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