MEDIO MARATÓN 2025
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Manuel Escribano: "La tarde de los 'victorinos' de la pasada Feria fue épica, mágica..."

ENTREVISTA

El valeroso diestro de Gerena, protagonista del episodio más emocionante de la pasada temporada maestrante, prepara la temporada que vendrá sometiéndose a un intenso entrenamiento técnico y una cuidada preparación física asesorada por profesionales

El veterano diestro rebasa las dos décadas de alternativa marcándose nuevos retos y apostando por ganaderías que le puedan aportar otros caminos expresivos

Las verdades de Manuel Escribano

Manuel Escribano: la épica como norma

Entrevista a Manuel Escribano / Juan Carlos Muñoz

En el invierno taurino se diseñan las estrategias de la temporada que vendrá. Manuel Escribano, uno de los protagonistas indiscutibles de 2024 en Sevilla, rumia los logros conseguidos sin perder la vista de un futuro que adivina con nuevos retos sin abandonar su inteso entrenamiento. La cita es en La Caprichosa, la preciosa finca de Gerena que perteneció a la nieta del magnate William Randolph Hearst, inspirador de Ciudadano Kane... Hay que hablar de lo pasado pero Manuel abre nuevas puertas al futuro con veinte años de alternativa y cuatro décadas de vida en la que ha viajado por todos los estratos del toreo hasta recuperar el timón de las ferias. El reto es acceder a otras corridas, matar otros hierros, refrescar el cartel de los banderilleros...

Toca rebobinar: La oportunidad de su vida llegó en la embestida de Datilero, un miura inolvidable que le devolvió al circuito desde el sótano del toreo. Pero ha habido otros toros trascendentales que le han colocado en el podio del triunfo -Cobradiezmos en la cúspide- o en las riberas de la muerte. El pasado año, como un resumen de su propia trayectoria, firmó el capítulo más emocionante de la Feria de Abril saliendo de la enfermería después de haber sido herido por el primero de Victorino. Le cortaría las orejas al sexto en medio de una impresionante comunión con el público...

Pregunta.–Ha hecho de la preparación física y el entramiento una de las bases de su trayectoria.

Respuesta.–Se trataba de profesionalizar todo, de ser eficiente en el trabajo y la funcionalidad que necesita un torero. Ahora todo es mucho más específico, directo a lo que necesitas en la cara del toro. Todo el entreno de salón, la preparación técnica y artística es una preocupación que hemos tenido siempre los toreros aunque quizá yo la haya llevado a su máxima expresión. Me gusta hacerlo acompañado de otros toreros -José Luis Peralta ejerce como preparador- que me corrijan para ir puliéndome año a año, temporada tras temporada.

Escribano cuida el toreo de salón en una de las estancias de La Caprichosa.
Escribano cuida el toreo de salón en una de las estancias de La Caprichosa. / Juan Carlos Muñoz

P.–Viene del fisio, ha sido primordial para recuperar la forma física especialmente a raíz del grave percance de Alicante.

R.–Sigo una rutina semanal, especialmente en la pierna derecha. Tengo mal la vascularización. Las articulaciones del pie y el tobillo no me funcionan y tengo que estar machacando mucho tanto físicamente como en la fisioterapia. Pero eso provoca otras lesiones en la otra pierna, que se descompensa muchísimo. Desde la cornada de Alicante no lo puedo dejar e intento que no se note en la plaza. Lleva un trabajo duro, semanal. Si no sería inviable.

P.–¿Se sufre?

R.–El rato de fisioterapia es durísimo, muy doloroso. Tengo que aguantar cosas que la pierna no quiere soportar porque el cuerpo es sabio y se defiende, busca la comodidad. Pero no está hecho para ponerse delante de un toro con la exigencia que le pedimos. Todo eso es un trabajo muy duro, un plus más a esa preparación que he tenido que afrontar.

P.–Todos estos postulados se han visto retratados en la autobiografía que ha escrito con Antonio Ramírez de Arellano. Sorprende por su naturalidad.

R.–Todo está escrito y contado tal y como es, sin tapujos. No narro nada que no me haya pasado, que no haya vivido o que no sea tal y como lo cuento. Cuando cuentas las cosas con esa naturalidad sirven para aprender y gusta leerlas. Eso no lo tiene a la mano cualquier aficionado o una persona que quiera conocer el interior de nuestro mundo. Yo parto de mi propia experiencia y quizá pueda ayudar a otros compañeros o servir de referencia para el aficionado.

P.–Al leer el libro el lector se da cuenta de que los toreros pasan por trances por los que nunca podría pasar.

R.–Un torero llega a un punto y a unos extremos que no alcanza un ser humano común. Tenemos la suerte de vivir eso, hasta los percances. Y en mi caso he estado muy cercano a la experiencia de la muerte. Yo lo digo mucho: los toreros convivimos con la muerte día a día, tarde a tarde. A veces se nos olvida que nos jugamos la vida cada vez que salimos a la plaza, que podemos morir en cualquier momento. No hago planes a largo plazo porque no sé dónde voy a estar. Y tienes que ser consciente de ello. Una persona que vive con eso, puede solucionar todos los problemas que le puedan venir, todo se ve muy fácil. Los que vivimos en ese riesgo máximo recibimos ese plus que no tiene el hombre común.

P.Desde esa premisa, la vida se vive más intensamente.

R.Sí, y no me dejo nada para luego. Vivo todo lo que llega, disfruto de todo lo que hago aunque a veces puede costar más o menos porque todo no es felicidad ni viene de cara. Hay enfermedades, lesiones, problemas en tu carrera. Son las cosas que te da la vida, lo que te hace estar vivo. Hay que disfrutar de un viaje, de un tentadero, de una gran feria… Cuando vives en el extremo no quieres dejar nada atrás porque no sabes hasta donde puedes llegar.

Escribano reflexiona sobre el futuro inmediato de su carrera mientras intensifica sus entrenamientos.
Escribano reflexiona sobre el futuro inmediato de su carrera mientras intensifica sus entrenamientos. / Juan Carlos Muñoz

P.–La lectura del libro también revela cierto inconformismo con ese papel de especialista en corridas duras.

R.–Llevo veinte años de matador de toros y ésta va a ser la vigesimoprimera temporada. De ellos, once en las ferias desde que rompí con Datilero. Son muchos años, pasando por todas estas circunstancias que hemos hablado. Nunca me he conformado. Si no ya habría decaído y no habría ido a más; no habría durado todo el tiempo que estoy durando. A día de hoy sigo peleando esa posición, salir de ese estatus sin olvidarlo porque me ha dado todo. Son corridas que me sirven porque, ojo, yo mato las duras buenas. No es lo mismo las duras que las malas. Yo intento crecer todos los días como torero, conozco mis fallos y sé en lo que puedo ser mejor y la verdad es que ese inconformismo es lo que me hace seguir peleando por estar mejor colocado en Sevilla o Madrid y seguir los pasitos que creo merecer y que, eso sí, me he ganado en la cara del toro.

P.–Hay que hablar de Sevilla…

R.–Son ya muchos años los que llevo matando Victorino y Miura: ración doble y cortando las orejas. He perdido la cuenta de los toros a los que he desorejado, brindando tardes como las del año pasado, siendo torero de Sevilla, llenando la plaza… Una de las cosas de las que más orgulloso me siento es que cuando me encerré con los seis de Miura prácticamente llené la Maestranza. Esa es la mayor recompensa que puede tener un torero, que quieran ir a verte. Creo que ha llegado el momento de cambiar el planteamiento. Quiero matar mi corrida de Victorino. Es mía, es mi estandarte, pero también quiero entrar en ese tipo de corrida de expectación máxima, con las grandes figuras. Y volvemos a lo de antes: dar esa dimensión de torero que es capaz de matar la de Victorino pero también puede lidiar la de Cuvillo o la de Victoriano.

"Victorino Martín es mi estandarte pero quiero entrar en otro tipo de corridas que me permitan expresarme”

P.–Hablar de esa sucesión de capítulos emocionantes nos lleva a la tarde de Victorino de 2024.

R.–Fue una tarde épica, mágica, sobre todo la más emocionante contando con que esa faena al sexto toro es una de las más importantes que he hecho, incluso en Sevilla, por todo lo que tuvo ese toro, por las complicaciones que presentó y por venir de donde venía. Había salido de la enfermería, me habían operado… Es una de esas tardes de expectación y máxima rivalidad que es la que debe haber en todos los carteles. Con Roca Rey; con Borja que venía a por nosotros; conmigo que no quería destronarme en esa corrida y midiéndome con la máxima figura del toreo de hoy… Era una de esas tardes que no se pueden ir. Caí al tercer capotazo; el toro me pegó la cornada pero afortunadamente podía tenerme en pie. Tenía claro que había que seguir, aguantar… Gracias a los médicos, a que me mantuvieron y aceptaron operarme con anestesia local pude salir y todo lo que se vivió después fue increíble. Ese paseíllo desde la enfermería hasta el burladero de matadores y de allí a la puerta de chiqueros no se había vivido nunca. La música empezó a tocar –sonaba Amparito Roca- y la gente se emocionaba, lloraba… Es una de las cosas más bonitas que puede vivir un torero y si antes me ponía la faena de Cobradiezmos en los momentos importantes ahora me pongo ésta. Fue un momento crucial en mi carrera.

El torero corrige la técnica y la estética bajo la supervisión de José Luis Peralta.
El torero corrige la técnica y la estética bajo la supervisión de José Luis Peralta. / Juan Carlos Muñoz

P.–Se ha hablado mucho menos de otra circunstancia: el calvario que tuvo que pasar para reaparecer en la de Miura.

R.–Para mí habría sido muy fácil quitarme y no dar la cara e incluso me lo aconsejaban muchos compañeros y los amigos más cercanos. Yo no soy así, no soy de aceptar las cosas ni de conformarme. Yo iba a por la feria, no iba a triunfar esa tarde, cumplir e irme. Mi responsabilidad hacia el público era esa y mi alegría fue ver como se disparaba la venta de entradas de la corrida de Miura cuando anuncié que reaparecía. Soy un torero hecho al sufrimiento y tengo la capacidad de recuperarme rápido. No me podía quitar de la Feria. Ese calvario tenía que pasarlo.

"He estado muy cercano a la muerte. Los toreros tenemos que convivir con eso cada día, cada tarde”

P.–Siguió una temporada muy notable, de navegar a gusto por las ferias al cumplir el vigésimo aniversario de alternativa.

R.–He cumplido cuarenta años de edad y veinte de alternativa. Ha sido una buena temporada, con una tarde en Madrid resolviendo con un toro serio y complicado de Adolfo bajo una manta de agua; la oreja del miura de Pamplona; triunfador en Alicante con una de Victorino; Málaga, Jaén… Son veinte años de matador pero me he sentido fresco, disfrutando delante de la cara del pero, sobre todo, he seguido avanzando. Es de lo que más contento estoy: no me veo techo. Todavía puedo evolucionar y aprender. Aún puedo darle otro giro de tuerca a mi toreo. Busco ese pasito más…

P.–Ha mencionado esa tarde triunfal de Jaén. ¿Podría servir para resumir esos nuevos objetivos?

R.–Allí funcionó el cartel de banderilleros, que estamos intentando recuperar. Creo que es perfecto para ese tipo de ferias, con corridas buenas. Allí matamos lo de El Torero y Fuente Ymbro, ganaderías bravas e importantes con las que tienes que imponerte. Es un toro que te lo da, que te obedece, pero tampoco te puedes dormir. Yo estoy dispuesto a matar la corrida de Victorino que es una ganadería de categoría. Ahora mismo es de lo mejor aunque tienes que entenderla y entregarle un poco más que a otros toros. Pero a la vez quiero estar con esas corridas buenas que te permitan desarrollar tu tauromaquia con un punto más de flexibilidad en la expresión que persigues. El miura o el victorino a lo mejor no te lo permiten tanto.

P.–Ha hablado de hacer un gesto importante en la temporada 2025. Y será en Alicante…

R.–Antes de la cornada ya había cortado cinco orejas en un mano a mano con Palazón. El vínculo es muy fuerte y el encaste Albaserrada y yo hemos ido allí de la mano. Tengo ganas de matar seis toros de Victorino Martín y creo que será allí. Es una cosa que tenía ahí clavadilla; ya había matado seis de Miura y quería hacerlo con la de Victorino. Junto a la tarde de Tarifa del pasado año, en la que maté seis ganaderías distintas de la zona del sur, perseguía mostrar el abanico y la clase de torero que llevo dentro.

P.–Hablar de Victorino nos lleva a la evocación de un toro inolvidable que ha muerto en el campo: Cobradiezmos.

R.–Es uno de los toros más importantes de la historia por todo lo que dio en la plaza, por su manera de embestir… Un toro de esos puede acabar con la carrera de un torero si no le haces las cosas perfectas. Ha muerto hace poco en el campo pero ha pasado a la historia. Lo conoce todo el mundo, no sólo los aficionados. De ahí viene su grandeza, de lo que aportó en la plaza y de la simiente que ha dejado en la ganadería, mejorándola incluso. Tuve la suerte de darle esa vida eterna y podríamos explicarle a cualquier antitaurino que ese animal se ha quedado en la historia, vivo en la memoria de todos los que pudimos vivirlo y sentirlo.

"‘Cobradiezmos’ es uno de los toros más importantes por lo que dio en la plaza y la simiente que dejó”

P.–Y el clarín volverá a sonar…

R.–Y voy a debutar en Castellón, con 21 temporadas de matador. Corté tres orejas de novillero y no volví más… Vamos con el cartel de banderilleros, con Ferrera y Fandi, para matar la de La Quinta. Creo que es un acierto total y ahí se va a demostrar. Me quedan un par de ellas en América –San Cristóbal, Ambato- y hemos normalizado la relación con Madrid. No tenía sentido ir sólo una tarde o que ni me llamaran. Son dos tardes que me ilusionan y me han hecho muy feliz. Madrid es muy importante para todos nosotros y además podrían darme la opción de reconquistar esa plaza. Dios quiera. Andamos a la espera de concretar lo de Sevilla. Va a ser un año muy especial y sólo deseo que todo vaya con normalidad. Espero que sea una buena temporada. Así es como me siento y así es como debe ser.

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