La Macarena inició un empeño que engrosa la Bolsa de Caridad de las hermandades

CLAUSURA DE TEMPORADA

La corporación de la Madrugada organizó el festival de 2018 abriendo el camino al resto de hermandades que han seguido esta senda para potenciar el radio de acción de sus obras asistenciales

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El Cid sustituye a Morante en el festival del 12 de octubre

Las hermandades del Baratillo y la Esperanza de Triana reciben los beneficios de la edición de 2019.
Las hermandades del Baratillo y la Esperanza de Triana reciben los beneficios de la edición de 2019. / Archivo A.R.M.

La cita, tradicional cierre de la temporada taurina en la plaza de la Maestranza, había ido dando barzones e incluso había perdido el objetivo tradicional de su organizacióm: la Cruz Roja Española. Pero la organización del festival a beneficio de las obras sociales y asistenciales de la Hermandad de la Macarena logró darle al 12 de octubre -este año trasladado al día 20 por las inclemencias meteorológicas- un nuevo contenido taurino y solidario abriendo la puerta a otras corporaciones y asociaciones de beneficencia de la ciudad. El éxito organizativo de la primera edición, que contó con la implicación decisiva del hermano mayor de la corporación de San Gil, José Antonio Fernández Cabrero, y la coordinación del matador de toros Eduardo Dávila Miura, actual teniente de la Hermandad, fue el mejor señuelo.

Los beneficios de aquella primera edición fueron de más de 200.000 euros. Al año siguiente, en 2019, fueron las hermandades del Baratillo y la Esperanza de Triana, pastoreadas por el letrado Joaquín Moeckel, las que recaudaron una cifra muy similar, 195.322 euros del ala, que recibieron de manos del teniente de la Real Maestranza y el empresario Ramón Valencia con el inmenso cheque simbólico que volvía a dar fe del éxito organizativo. El Gran Poder, la siguiente en la lista, tuvo que esperar hasta 2022 por imperativo del covid, auxiliada por el diestro Emilio Muñoz. En esta ocasión la recaudación ascendió a 180.170 euros destinados a engrasar su ejemplar Bolsa de Caridad. El festejo dejó para la historia el rabo que cortó el becerrista Marco Pérez.

Un año después, en 2023, llegaba el turno de la Hermandad del Rocío de Triana que iba a compartir los beneficios del evento -205.560 euros del ala- con la Fundación Alalá. Contaron con la colaboración de Miguel Báez Litri y el rejoneador Fermín Bohórquez -que incluso reapareció para la ocasión- para el buen fin del empeño. Este año llega el turno de la Hermandad de los Gitanos y la asociación Nuevo Futuro. Para 2025, dicen, calienta otra corporación torera.

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