La Hermandad Matriz dibuja los vínculos taurinos del mundo rociero en la plaza de Las Ventas

Este viernes se ha inaugurado en la sala Antoñete de la plaza de toros de Las Ventas la exposición Otorga lo imposible organizada por la Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte en colaboración con el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid. La muestra retrata los intensos, antiguos y numerosos vínculos del mundo taurino con el universo rociero y ha sido presentada en presencia de Carlos Novillo, consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid; el propio presidente de la Hermandad Matriz, Santiago Padilla Díaz de la Serna y el director gerente del Centro de Asuntos Taurinos, el matador de toros Miguel Abellán. 

Para entender y ubicar el título de la exposición hay que centrarse en la figura de Rafael Gómez Ortega, el célebre Rafael El Gallo, que se encomendó a la Virgen del Rocío a raíz de una aparatosa cogida sufrida en Algeciras en junio de 1914. El torero salvó la vida y movido por su devoción encargaría un exvoto pictórico que le retrataba convaleciente en una cama para dar gracias a la Blanca Paloma. En el cuadro figuraba una placa de oro en la que se proclamaba el lema Otorga lo imposible que ha servido para bautizar esta muestra.

La exposición es heredera de la organizada en el verano de 2021 en el Museo de la Villa de Almonte. En esta ocasión se ha visto completada con una renovada puesta en escena y la inclusión de otras piezas maestras como el primitivo Simpecado de la Hermandad del Rocío de Córdoba –pintado por Julio Romero de Torres y regalado por el rejoneador Antonio Cañero- o el Simpecado de la hermandad de Punta Umbría, confeccionado sobre un traje de luces de Miguel Báez Litri, la gran figura del toreo de los 50 y 60 del pasado siglo XX, especialmente vinculado con la devoción y la difusión del movimiento rociero con toda su dinastía.  

Dentro de esa colección de insignias rocieras hay que destacar el simpecado que ha cedido la Hermandad del Rocío de Camas, confeccionado con un traje de Curro Romero, y el de la Hermandad del Rocío de Pilas, donado por Justo Rufino Moreno Santamaría y su sobrino Francisco Rufino Martín, miembros de una familia de la antigua burguesía agraria y ganadera de la Baja Andalucía –suyo era el toro que hirió a Rafael El Gallo- especialmente vinculada con la expansión y el auge del fenómeno rociero en la bisagra de los siglos XIX y XX. Precisamente, dentro de los fondos expuestos tiene una especial presencia el archivo documental y fotográfico del investigador y recopilador taurino sevillano Luis Rufino Charlo, hijo de Rufino Martín. Maquetas, vestidos de torear, exvotos, carteles y documentos o la esclavina de pastora de la Blanca Paloma regalada por la Fundación Andaluza de Tauromaquia completan el catálogo de piezas expuestas. 

Manifiesto taurino 

La Hermandad Matriz del Rocío ya puso de manifiesto esos vínculos históricos con la publicación de una declaración institucional en favor de la tauromaquia. El manifiesto se aprobó en un cabildo extraordinario celebrado el día 3 de agosto de 2021 “para devolver al mundo del toro tantos gestos de generosidad con la devoción a la Virgen del Rocío, reforzando los lazos de unión y de conexión” según señaló la Matriz en aquel momento. Almonte, que tiene una parte importante de su territorio en la depresión del Bajo Guadalquivir, ha sido tradicionalmente tierra de cría de ganado, incluido el toro de lidia, constituyendo, durante siglos, su actividad económica principal. 

La Matriz destacó entones que “la Virgen del Rocío es, desde su origen, venerada por ganaderos de este territorio, como la mejor Protectora del ganado, por haber nacido su fenómeno devocional en el antiguo bosque de las Rocinas”. En esa declaración institucional subrayaban que “en el mundo del toro se dan algunas de las señas de identidad, culturales y antropológicas, más significativas de esta devoción que perviven en la Romería más importante de la cristiandad, en sus atuendos camperos, en sus estampas campestres y en sus comitivas romeras”. El manifiesto también hacía mención a que la Patrona de Almonte está presente “en las capillas de muchas plazas de toros” reconociendo “el papel determinante del mundo del toro en momentos importantes de la historia de la devoción rociera” en alusión a la participación de ganaderos, matadores, rejoneadores y empresarios taurinos en proyectos como la coronación canónica, las obras de la ermita o el camarín de la Virgen.