La fiesta azul de Schnabel

Toros en Sevilla 2021. Unos desiguales y azules rótulos anuncian el evento. Proclaman la fiesta taurina en el cartel pintado por Julian Schnabel para la inminente temporada de la Real Maestranza de Caballería. Un torero y un toro, también azules, acompañan las letras sobre un lienzo blanco en el que también se introduce un fondo en tonos verdosos. Aunque destaca la figura del astado, que se deshace hasta parecer sangre. Sangre azul, en este caso y en esta casa maestrante y nobiliaria.

Santiago León y Domecq, teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, fue el conductor del acto. Al cartel lo calificó como "magnífico" y que "engrandece esta colección". El Salón de Carteles fue el lugar elegido para su exposición. León agradeció que el autor haya donado la pintura a la Real Maestranza. El propio Schnabel intervino tras él. Lo hizo a través de un vídeo. Recordó la muestra que hizo que en el antiguo cuartel del Carmen: "Una de mis preferidas". Y no dudó en mostrar su afición y su amor por la capital andaluza: "Me encantan los toros y la gente de Sevilla". Al tiempo que devolvió el agradecimiento expresando que es un "honor" y que está "muy orgulloso de haber tenido la posibilidad de hacer este cartel".

El intermediario entre los anteriores protagonistas fue Pepe Cobo, popular galerista sevillano. Él trajo a Schnabel en los ochenta y él contactó con él para que hiciera el cartel para la temporada de 2021. Cobo tomó la palabra e hizo un repaso por la biografía e influencias del artista estadounidense. "Visité su casa y tenía una colección de trajes de toreros famosos", expuso Cobo, que reveló la "fascinación por el mundo español" del pintor y director de cine, que visitó Barcelona en 1978. Un viaje del que habló Cobo en la Maestranza, detallando el gusto de Schnabel por Gaudí y su utilización de vidrios y cerámicas rotas. Algo que el norteamericano hizo suyo, creando obras con platos rotos deshechos.

Aparte, situó sus primeros vínculos con el toro en Texas, estado al que se mudó al poco de nacer en Nueva York. Allí, cercano a la frontera con México, comenzó su relación con la tauromaquia. Y nombró en reitaradas ocasiones un libro que, según el galerista sevillano, marcó profundamente a Schnabel: Los reconocimientos. Una obra de William Gaddis publicada en 1955. Una novela protagonizada por un pintor que aún cree en el sentido del arte en un siglo en el que éste parece estar siendo desplazado. Cobo finalizó su aplaudido discurso valorando la aportación cartelística a la colección maestrante, que "da valor universal al mundo taurino desde el arte" y "es voz que nos protege y nos reafirma en estos momentos en que el toro está en una situación delicada".