El festival de la Hermandad de los Gitanos y la Fundación Nuevo Futuro recauda más de 130.000 euros para sus obras sociales

133.146,46 euros. Es la cifra contante y sonante que ha recaudado el festival taurino celebrado el pasado 20 de octubre en la plaza de la Maestranza a beneficio de las obras sociales y asistenciales de la Hermandad de la Hermandad de los Gitanos y la asociación Nuevo Futuro. No es la cifra más alta de los últimos años pero tampoco es una cantidad nada desdeñable atendiendo a las circunstancias organizativas de un evento que acusó el cambio de cartel y también de fecha por imperativo de la lluvia. Sea como sea, el festejo que cierra la temporada en la plaza de la Maestranza mantiene su actual vocación solidaria sin perder su tradicional fachada taurina. 

El hermano mayor de la corporación de la Madrugada sevillana, José María Flores Vargas, y la presidenta de Nuevo Futuro, Mónica Gutiérrez, fueron los encargados de recibir la recaudación final del festejo en un sencillo acto –convertido ya en una pequeña tradición- celebrado en el Salón de Carteles de la plaza de la Maestranza a mediodía de este martes. Ambos posaron con el teniente de Hermano Mayor del cuerpo nobiliario, Santiago de León, y el gerente de la empresa Pagés, Ramón Valencia Pastor, para mostrar el inmenso cheque simbólico que realza esa cifra –los 133.146,46 euros del ala- que supondrá un importante revulsivo en la acción social de ambas entidades. 

También estuvieron presentes, entre otras personalidades, el diputado de plaza en la junta de gobierno de la Real Maestranza, Luis Manuel Halcón Guardiola además de Cayetano Martínez de Irujo, estrechamente vinculado con la Hermandad de los Gitanos e implicado en la organización del evento. Tampoco faltaron a la cita Ramón Valencia Canorea, consejero de Pagés y Pepe Moreno, ex hermano mayor de la cofradía, además del diestro Alfonso Oliva Soto y el novillero Javier Zulueta, que integraron el cartel del evento. 

Santiago de León, que presidió el breve acto, se deshizo en agradecimientos a la participación desinteresada de todos los actores del empeño subrayando el papel jugado por Cayetano Martínez de Irujo, duque de Arjona, y resaltando “la importancia que tiene hoy en día organizar actividades que vayan encaminadas a ayudar a los que más lo necesitan”. 

El festival del pasado día 20 de octubre hace el número 141 de los festejos benéficos organizados por Pagés desde 1959, año de la entrada del recordado Diodoro Canorea, suegro de Ramón Valencia que se sumó a esa lista de agradecimientos detallando las circunstancias organizativas del empeño. “Hubo que aplazarlo por la lluvia y ha hecho disminuir un poco la parte económica pero aún así es bastante interesante” ha explicado el gerente de Pagés que ha resaltado el resultado final del evento. “De los últimos festivales ha sido el que mejor ha salido artísticamente” ha señalado Valencia aludiendo a “la cola” de otras hermandades con la de San Bernardo a la cabeza.  

Mónica Gutiérrez, por su parte, habló del “oxígeno” que suponía la inyección económica del festival para sufragar los pisos tutelados por la asociación Nuevo Futuro. Gutiérrez aludió a la “profesionalidad, la responsabilidad, la entrega, la generosidad” en “el camino recorrido” antes de la celebración de este festejo que también servirá para engrosar las obras sociales y asistenciales de la Hermandad de los Gitanos. Su hermano mayor, José María Flores, destacó el nivel artístico del festejo, abundó en los agradecimientos y hasta en las dificultades pero subrayó que “el día 20 de octubre quedará para siempre en la Hermandad de los Gitanos” además de recalcar la presencia de Curro Romero, receptor del homenaje, y esas personas del Polígono Sur que se verán beneficiadas con la acción asistencial de la cofradía.  

Un nuevo éxito organizativo 

El festejo fue gestado por Juan Antonio Ruiz Espartaco con la colaboración inestimable de la Empresa Pagés y estuvo organizado en homenaje a Curro Romero volviendo a mostrar la fortaleza de esta iniciativa que llenó los tendidos de la plaza de la Maestranza a pesar de la inevitable devolución forzada por el baile de fechas. No podía ser menos… El cartel reunía los nombres de los diestros Diego Urdiales, El Cid –que sustituyó a Morante-, Daniel Luque, Oliva Soto, Pablo Aguado y el novillero Javier Zulueta que lidiaron reses de Núñez del Cuvillo, Fuente Ymbro, Zacarías Moreno, El Parralejo, El Vellosino y Jandilla.  

El evento volvía a reforzar la actual orientación de esta jornada en el calendario taurino sevillano. Se trata de una fecha que había estado relacionada muchos años con la corrida que se montaba para la Cruz Roja Española. El festejo ya se convirtió en un festival de figuras en el año 2013 en el que la Cruz Roja compartió los beneficios con el Banco de Alimentos. Al año siguiente llegaría la encerrona de Lama de Góngora y en 2015 se celebró la última corrida de toros con Nazaré, Miguel Ángel Delgado y Esaú Fernández en el cartel. En 2016 se había organizado un festival a beneficio del malogrado banderillero algabeño José Manuel Soto que sentenció la lluvia... 

En 2017 se creyó cerrada la historia taurina de la festividad del 12 de octubre con la organización de un espectáculo ecuestre pero la Hermandad de la Macarena apostó fuerte en 2018 organizando un lujoso festival que sirvió, de paso, para reivindicar sin ningún tipo de complejo, la rica historia taurina de la corporación de San Gil. Los beneficios obtenidos se sumaron al presupuesto del ambicioso programa social y asistencial de la corporación de San Gil. Se había marcado la senda a seguir: en 2019 llegó el turno a las cofradías de la Esperanza de Triana y el Baratillo bajo el impulso del abogado Joaquín Moeckel. En 2020 y 2021 no pudo celebrarse y en 2022 fue el turno del Gran Poder, sucedido en 2023 por la Hermandad del Rocío de Triana en compañía de la Fundación Alalá. Después de los Gitanos y Nuevo Futuro la hermandad de San Bernardo, tan vinculada al gremio taurino, espera su turno para 2025.