La espantada de Morante y Manzanares ensombrece el aniversario de Manolete en Linares

Polémica

Curro Díaz despachará en solitario la corrida anunciada de Álvaro Núñez después de las tensiones matinales en los corrales que han provocado la drástica decisión del torero de La Puebla y el alicantino 

Manolete: hasta el último día

El repaso: agosto feliz de Morante

Morante, junto a Curro Díaz, en la plaza de Linares el 28 de agosto de 2022.
Morante, junto a Curro Díaz, en la plaza de Linares el 28 de agosto de 2022. / Archivo A.R.M.

El 77 aniversario de la cogida mortal de Manolete en Linares no se quedará sin toros. Será Curro Díaz, torero de la tierra, el que asuma en solitario esta cita del día de San Agustín, una de las fechas más emblemáticas del calendario taurino, después de la polémica espantada de Morante de la Puebla y José María Manzanares en el cartel estrella del ciclo por los vaivenes vividos en los corrales del coso linarense en torno a los toros a lidiar. 

Se anunciaba una corrida de Álvaro Núñez. Por la mañana se habían aprobado cinco y se habían traído algunos ejemplares más de Román Sorando, una ganadería cercana y afín a los gustos de Morante, para completar el encierro. A partir de ahí comenzaron los problemas. Los hombres de Morante y Manzanares torcieron el gesto desde el primer momento a pesar de los tiras y aflojas de la empresa comandada por Juan Reverte, el equipo veterinario, la autoridad  y todos los intervinientes en el festejo para que la corrida pudiera ser del hierro anunciado inicialmente. Pero cuando se pudieron recomponer los platos rotos ya era tarde. Morante y Manzanares ya tenían decidido no torear en Linares a la vez que Curro Díaz reafirmaba su empeño de actuar, aunque fuese en solitario. 

La sucesión de acontecimientos, a falta de explicaciones por parte del entorno de Manzanares y Morante, cuenta con relato oficial. A la hora del sorteo, según detalla el acta oficial emitida por la autoridad gubernativa nombrada por la Junta de Andalucía, se contaba con cinco toros de la ganadería de Álvaro Núñez, y otros tres de la divisa jiennense de Román Sorando. Dicha acta detalla que “ante la información facilitada a los representantes de los lidiadores , estos comunican directamente al delegado gubernativo que tenían orden directa de que con las reses referidas no participarían en la lidia, abandonando inmediatamente la plaza de toros, quedando ilocalizables a fin de comparecer para la firma de un acta donde se reflejaría su negativa, así como se les informaría de las consecuencias de su decisión”. 

Desde ese momento planeaba el fantasma de la suspensión del festejo pero la cuadrilla del torero linarense Curro Díaz se mantuvo en la plaza de toros manifestando su deseo “de hacerse cargo personalmente de la lidia al completo para la que estaba contratado” al filo de las dos del mediodía. A las 14.10 el presidente repescaba otro toro de Álvaro Núñez redondeando la corrida de un único hierro. Finalmente, señala el mismo acta, a las 14.30 la empresa comunicaba que los hombres de Morante y Manzanares habían manifestado “su negativa a participar en el festejo… aún con la aprobación en última instancia de la res número 9 de la ganadería de Álvaro Núñez , hecho que tanto habían exigido y demandado con lo cual la cuadrilla de Curro Díaz se hará cargo de lidiar la corrida completa, todo ello con la aprobación de empresario, presidente y demás partes encartadas”. 

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