La cosa se complica: Morante tampoco estará en Valladolid

Problemas de salud

El diestro de La Puebla, que se había mostrado en plena forma en Palencia después de ausentarse en Linares y Tomelloso, no hará el paseíllo este jueves en la capital castellana 

Tampoco pudo ser en Tarazona: la reaparición de Morante tuvo que esperar

Morante, baja también en Tomelloso, despierta los fantasmas de una nueva ausencia

Morante, a contraluz, en la plaza de toros de Los Califas de Córdoba.
Morante, a contraluz, en la plaza de toros de Los Califas de Córdoba. / EFE/Rafael Alcalde

Las dudas aumentan mientras la temporada del diestro de La Puebla, tal y como ocurriera el pasado año, se convierte en un ir y venir sin que nadie pueda dar por segura su presencia en una plaza hasta contemplarlo en la puerta de cuadrillas. Este mismo jueves estaba anunciado en Valladolid con toros de Juan Pedro Domecq para dar la alternativa al novillero Mario Navas en presencia de Juan Ortega. Pero Morante no entregará la espada y la muleta al neófito según ha adelantado Gonzalo I. Bienvenida en Aplausos. La empresa Tauroemoción, que comanda Alberto García, ya ha dado oficialidad a esta ausencia designando al sustituto del diestro cigarrero, que será Daniel Luque. 

A falta de una comunicación formal –que el entorno del torero de La Puebla no emitirá- se vuelve a hablar de los mismos problemas de salud que obligaron a Morante a cortar por lo sano a comienzos de junio iniciando una incierta travesía del desierto que concluyó el 23 de julio en la plaza de Santander. Se iniciaba así una segunda y breve etapa dentro de la compleja campaña del diestro cigarrero que iba a concluir abruptamente a raíz de la polémica espantada de Linares junto a Manzanares, justo el día que se conmemoraba el 77 aniversario de la trágica muerte de Manolete en el mismo ruedo. 

Son acontecimientos recientes. Al día siguiente tampoco compareció en Tomelloso esgrimiendo una dolencia indeterminada que necesitaba de reposo absoluto. En ese momento comenzaban a aventarse los fantasmas de una nueva ausencia aunque la empresa de Tarazona, comandada por el sevillano Luis Garzón, calmó los ánimos asegurando que Morante haría el paseíllo el día 30 en el coso aragonés acompañado de Juan Ortega y José Garrido para despachar una corrida de Capea. Las inclemencias meteorológicas fueron la causa de que, esta vez, se diera al traste de nuevo con la reaparición del diestro de La Puebla que sí compareció finalmente en el coso de los Campos Góticos de Palencia el día 31. Y lo hizo en plenitud, sobreponiéndose a los elementos y hasta a la escasa entidad de la corrida de José Vázquez que se había escogido para la ocasión. 

La siguiente plaza en su agenda, ya se ha dicho, era en Valladolid en este jueves 5 de septiembre. Pero no estará. Las dudas se ciernen en las siguientes citas que figuran en su agenda antes de concluir la temporada en Sevilla y por San Miguel. El próximo sábado tiene que comparecer en la goyesca de Aranjuez y al día siguiente en Villanueva del Arzobispo. A partir de ahí el coche de cuadrillas le debe conducir a los cosos de Guadalajara, Utiel, Almodóvar del Campo, Murcia, Salamanca y Logroño antes de recalar en la plaza de la Real Maestranza el día 26 de septiembre para amparar la despedida hispalense de Pablo Hermoso de Mendoza en unión de Juan Ortega. ¿Podrá cumplir todos esos compromisos? Largo me lo fiáis… 

Nuevas incertidumbres  

Es la misma pregunta que esbozábamos días atrás ¿Podríamos encontrarnos en la antesala de un nuevo corte de temporada? Morante había devuelto la ilusión a sus seguidores a raíz de la reaparición de Santander, resuelta en plenitud y con las cámaras de OneToro por testigo. Después llegaron las citas de Azpeitia, Huelva, las dos tardes del Puerto, Marbella, Pontevedra, Huesca, San Sebastián y las más recientes de Málaga o Gijón elevándose sobre el pelotón por encima de trofeos, números o estadísticas. La mejor noticia era que Morante andaba feliz en la cara del toro. 

Aquella reaparición santanderina, hace casi mes y medio, ponía fin a los 50 días de incertidumbre que siguió a su decisión de cortar la temporada después de torear en Cáceres el primero de junio. Lo anunció el día siete de ese mes, justo antes de la corrida de Beneficencia de Madrid que ya no toreó. Se disponía a interrumpir su campaña sin fecha fija de vuelta con el compromiso, o la intención, de retomar el ritmo de sus actuaciones en cuanto se encontrara repuesto. En ese momento se inició un proceso un punto delirante. A la vez que iban goteando las sustituciones del matador cigarrero se le seguía anunciando sin descanso en el calendario de las ferias con escasísimas excepciones como la Aste Nagusia de Bilbao. 

Antecedentes 

Las razones de aquel parón son bien conocidas: Morante arrastra desde su juventud un trastorno de la personalidad que ya le obligó a retirarse hace veinte años, siendo tratado en Miami. Las alarmas se habían empezado a encender de nuevo desde que el torero compareció, visiblemente demacrado y con problemas para expresarse, el pasado 9 de febrero en la entrega de los I Premios Andalucía de Tauromaquia. Lo recibió en el hotel Alfonso XIII de Sevilla junto a Curro Romero de manos del presidente de la Junta, Juanma Moreno. 

Desde aquel momento se empezaron a alimentar los rumores sobre el alcance y el recrudecimiento de esa dolencia psiquiátrica que, tal y como admitió en una reciente entrevista firmada por Paco Guerrero, ya le empezaba a atormentar cuando cortó el rabo de Sevilla en la Feria de Abril de 2023 convirtiendo el resto de la campaña en un calvario de idas y venidas adobado con la recurrente lesión de muñeca.  

No tardó en trascender que era así… Morante iba a iniciar la presente campaña, plagada de contratos, envuelto en demasiadas dudas. Todo quedaría en evidencia cuando se vio obligado a hacer un primer receso antes de hacer el paseíllo en la corrida del Domingo de Resurrección que levanta el telón de la temporada sevillana. Después llegaría el largo parón entre el 7 de junio y el 23 de julio. La caída del cartel de Linares y las sucesivas ausencias de Tomelloso y Valladolid  abren un nuevo paréntesis del que no aún no podemos atisbar su alcance.  

 

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