Borja Jiménez recibe el alta hospitalaria

El diestro sevillano toros Borja Jiménez ha recibido en la mañana de este viernes el alta en el Hospital La Salud de Valencia tras la aparatosa cogida sufrida el pasado miércoles por un toro de La Quinta en la última corrida de la Feria de Fallas. El torero, que aún se encuentra dolorido especialmente en la zona lumbar, seguirá recuperándose en su domicilio tras el duro percance y seguirá con calmantes y tratamiento para la recuperación de la espalda y el hombro izquierdo, las zonas más afectadas según ha explicado su gabinete de prensa en un comunicado.

"Tanto el TAC como todas las pruebas a las que ha sido sometido han descartado lesiones hepáticas y esplénicas, por lo que el torero seguirá en reposo absoluto en los próximos días antes de volver a los entrenamientos" señaña la misma nota en la que el torero aprovecha para agradecer el trato recibido tanto del equipo médico-quirúrgico de la plaza de toros de Valencia, dirigido por el doctor Cristóbal Zaragoza, como de los profesionales del Hospital La Salud, "que han estado en todo momento pendientes de la evolución del matador".

El torero resultó alcanzado por el segundo ejemplar de la tarde, marcado con el hierro de La Quinta, cuando se disponía a entrar a matar en la distancia larga. Borja Jiménez fue zarandeado violentamente por el animal, que lo volvió a recoger en el suelo en unos segundos angustiosos aunque el pitón, afortunadamente, no hizo presa. Cuando era trasladado a la enfermería la impresión era de un percance gravísimo que, afortunadamente, fue descartado cuando empezaron a salir noticias tranquilizadoras.

Jiménez, que toreaba mano a mano con Román, había apostado en un principio por dejar los dos toros restantes de su lote en quinto y sexto lugar pero finalmente tuvo que desistir de su empeño permaneciendo en la enfermería antes de ser trasladado al hospital La Salud para continuar la evaluación médica.

En la mañana de este viernes tenía previsto emprender viaje directamente a la localidad extremeña de Olivenza en la que estaba anunciado junto a Morante de la Puebla -que reaparecía- y Emilio de Justo para estoquear una corrida de Victoriano del Río. A la hora de emprender el viaje supo que el festejo quedaba suspendido definitivamente. Antes había tenido tiempo de llevar un ramo de flores a la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia, para darle gracias por el buen fin de un percance que pudo tener otras consecuencias.