Un ambiente goyesco venido a menos

Los alrededores de la plaza de toros solo se llenaron justo antes del paso de toreros y goyescas, mientras las caras conocidas esperaron al último momento para entrar a la plaza

Javier Flores Ronda

11 de septiembre 2016 - 01:00

La corrida Goyesca de Ronda cumplía 60 años y los aficionados y visitantes llenaron los tendidos y los alrededores de la plaza de toros de la Ciudad del Tajo. Miles de personas se volvieron a agolpar para ver pasar los carruajes con los diestros y las damas goyescas, además de las caras conocidas que suelen acudir a este festejo taurino, entre los que se encontraron este año Cari Lapique, Humberto de Hohenlohe, Manuel Lombo, Fermín Bohórquez, Manuel Atencia, Antonio Sanz, Carlos Telmo o el escritor chileno Jorge Edwards.

Unos personajes conocidos que cada vez se dejan ver menos en las horas previas a la corrida Goyesca y que suelen llegar a los alrededores de la plaza de toros pocos minutos antes del inicio del festejo, por lo que cada año son menos los curiosos que merodean por los alrededores del coso y las calles del centro buscando alguna cara reconocible del mundo de la prensa del corazón, del toro, política o del ámbito de los negocios.

De hecho, en la presente edición se notó una sensible bajada de público concentrado hasta pocos minutos antes de llegar los carruajes en los que bajan hasta la plaza las damas goyescas y los diestros que forman parte del cartel con sus cuadrillas.

Un momento especialmente emocionante para las goyescas, y es que algunas de ellas no pudieron reprimir las lágrimas antes de entrar en el ruedo maestrante, que es otro de los momentos más especiales y emotivos que viven a lo largo de su reinado durante la Feria de Pedro Romero.

Además, este año muchas de las miradas estaban puestas en el traje de luces que lució Cayetano Rivera, que fue diseñado por su mujer, Eva González, y que tenía motivos de la ciudad del Tajo como parte de la decoración del mismo, lo que llamó la atención de mucho de los presentes.

Cayetano detuvo su carruaje a pocos metros de entrar a la plaza y se puso de pie para saludar a la multitud que le esperaba y le jaleaba. De igual modo, la escolta de la Guardia Real, que abrió el cortejo hacia la maestranza rondeña, también fue otro de los grandes momentos de este año, ya que la majestuosidad en su desfile y la espectacularidad de sus uniformes no dejaron a nadie indiferente. Una presencia que hizo disparar los rumores sobre la posible presencia de algún miembro de la Casa Real en la corrida, aunque, finalmente, todo quedó en un rumor, aunque llegó a especularse que el Rey emérito y su hija Elena podrían estar en los tendidos, algo que finalmente no ocurrió. "¿Es verdad que está el Rey padre?", era una de las preguntas más repetidas a lo largo de la jornada de ayer.

Mientras tanto, durante las horas previas al inicio de la corrida, además del ambiente en los diferentes bares y restaurantes del centro de la ciudad, la animación la puso un grupo de extranjeros que recrearon un encierro de San Fermín al que no le faltaba ningún tipo de detalle, incluido un enorme toro que recorrió diferentes calles del centro y las zonas próximas a la plaza de toros entre las risas y la mirada curiosa de muchos. Tampoco faltaron los que se animaron a celebrar en este día su peculiar despedida de soltero.

En cuanto a la venta de entradas, durante toda la mañana no se colgó el cartel de no hay billetes y hasta el último momento los aficionados acudían a la plaza para adquirir entradas, mientras en la reventa se trataba de colocar el papel que todavía quedaba pendiente.

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