Vuelve a gustar el gran concepto de Alejandro Marcos en Las Ventas
El novillero salmantino Alejandro Marcos hizo lo más destacado de la tarde en Las Ventas, recibiendo la que fue, a la postre, la ovación más merecida del festejo. Manuel Vanegas, venezolano, resultó herido y Gerardo Rivera, mexicano, no pudo con el mejor novillo del envío, a pesar de la vuelta al ruedo que dio por su cuenta. Con un cuarto de entrada, se lidiaron cinco novillos de Martín Lorca y uno -el tercero- de Escribano Martín, bien presentados pero de poco juego en conjunto, en general, por su escaso depósito de casta, a excepción del emocionante quinto. Manuel Vanegas, silencio tras aviso y división al saludar. Gerardo Rivera, silencio tras aviso y vuelta al ruedo por su cuenta y muy protestada tras aviso. Alejandro Marcos, silencio tras aviso y ovación. En la enfermería fue intervenido Manuel Vanegas de "herida incisa en región cubital de la palma de la mano izquierda, contusiones y erosiones múltiples, pendientes de estudio radiológico. Pronóstico reservado".
Marcos, que hizo lo mejor, saludó con elegantes delantales a su primero, aunque lo mejor fue el broche con la media a pies juntos, de categoría. El novillero, pese a moverse, fue un punto pegajoso y con el defecto de puntear los engaños. Sereno en todo momento, lo bien que compuso la figura, sobre todo en los de pecho, y los recursos que demostró en la apertura de faena con el reverso de la muleta, y en el final por bernadinas, arrucina incluida. Interesante labor, malograda a última hora con el descabello. El sexto fue novillo apagado, y Marcos, aun sin llegar a estructurar faena compacta, sí la salpicó de muletazos sueltos de exquisito trazo y ejecución.
Vanegas cayó herido después de haberse mostrado firme con su lote, y Rivera, todo corazón, se vio desbordado por el mejor novillo.
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