AMÉRICA TAURINA
Borja Jiménez confirma este domingo en la México
Joselito y Belmonte, los legendarios maestros sevillanos, pilares de la denominada Edad de oro del toreo, máximos rivales en el ruedo y fraternales amigos, resucitan un siglo después para torear al alimón en la exposición Joselito y Belmonte. Una revolución complementaria (1914-1920), cuyo material se distribuye en el Espacio Santa Clara de Sevilla y el Castillo de San Jorge de Triana.
Un paseo por Santa Clara supone el descubrimiento de huellas indelebles de los dos geniales artistas a través, fundamentalmente, de la mirada de otros artistas. Así, nos encontramos, por primera vez, con la exhibición conjunta de dos retratos de Juan Belmonte (1892-1962) por Ignacio Zuloaga, de los tres que realizó el pintor vasco. Unos cuadros valorados en más de 500.000 euros cada uno y que constituyen las obras más caras, según apunta Juan Carlos Gil, comisario de la exposición.
En este recorrido impresiona enormemente encontrarse con el chaleco que vistió Joselito el Gallo (1895-1920) en la trágica tarde del 16 de mayo en Talavera de la Reina y que todavía conserva algún rastro de la sangre del torero, a quien el toro Bailaor, de la Viuda de Ortega, le reventó el vientre por una terrorífica cornada. Y sobrecogedor es el momento en el que, frente a la pistola Luger con la que Belmonte puso punto y final a su vida en su finca Gómez Cardeña, el visitante medita sobre qué pudo pasarle por la cabeza al torero aquel 8 de abril de 1962. Es la primera vez que se exhibe en público.
De la relación sentimental de ambos diestros con sus hermandades nos encontramos con varias señales, como una saya de la Macarena realizada con un vestido de torear regalado por Joselito, así como un manto de camarín de la Virgen del Patrocinio y una saya de la Esperanza de Triana, ambas piezas realizadas con trajes de Belmonte.
Entre los objetos con valor histórico expuestos se encuentra un espadín de plata regalado por Alfonso XIII a Joselito; la pluma de Muñoz y Pabón o un capote de paseo verde y oro de Belmonte que había regalado a su amante italiana, la mezzosoprano Gabriela Masanzoni.
Entre las 132 piezas de esta exposición conjunta -con objetos personales, libros, carteles, revistas, fotografías, pintura, dibujos, escultura y grabados-, algunas son obras de artistas tan reputados como el ya citado Zuloaga, Vázquez Díaz, Martínez de León, Roberto Domingo, Luis Sanguino, Mariano Benlliure, Venancio Blanco, Manuel Benedito, John Fulton, Ruano Llopis, Grenet, Juan Brito, Manuel Salvatella, Sebastián Miranda y Villegas. Entre los prestatarios se encuentran cinco museos, cuatro fundaciones, cuatro hermandades y 15 colecciones privadas.
Para los amantes de la estampa fotográfica, el visitante puede disfrutar en San Jorge con una cuidada selección de imágenes inéditas, pertenecientes a la Fototeca Municipal, sobre el toreo de José y Juan, acompañadas de obras de Martínez de León y esculturas de Venancio Blanco. Con ambos recorridos, el visitante puede rememorar, gracias a todos estos vestigios, aquellos comienzos del siglo XX relacionados con la historia taurina y muy especialmente con Joselito y Belmonte, pilares de la Edad de oro del toreo.
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