Trofeos exagerados en Valencia para Paquirri y El Fandi

El público premia con una oreja a Rivera, por debajo de un gran toro de Jandilla; y con otra a Fandila, por un trasteo porfión · Talavante se estrella con el peor lote

Trofeos exagerados en Valencia para Paquirri y El Fandi
Trofeos exagerados en Valencia para Paquirri y El Fandi
Luis Nieto

14 de marzo 2011 - 01:00

GANADERÍA: Cinco toros de Jandilla y uno, el sexto, de Vegahermosa (misma casa ganadera), de presentación aceptable en su conjunto y entre los que destacó, positivamente, el cuarto, muy noble y de gran juego, que fue ovacionado en el arrastre. TOREROS: Francisco Rivera Ordóñez 'Paquirri', de ciruela y oro. Dos pinchazos y casi entera (silencio). En el cuarto, bajonazo (oreja). David Fandila 'El Fandi', de carmesí y oro. Estocada desprendida y descabello (silencio). En el quinto, entera caída (oreja). Alejandro Talavante, de rosa y oro. Media y un descabello (silencio). En el sexto, cuatro pinchazos y ocho descabellos (silencio tras dos avisos). INCIDENCIAS: Plaza de toros de Valencia. Tres cuartos de entrada.

La segunda corrida de Fallas volvió a decepcionar en gran medida. Del encierro de Jandilla, únicamente saltó un gran toro, el cuarto, del que a Rivera Ordóñez Paquirri le concedieron un trofeo que no correspondía a las exigencias de una plaza de primera. David Fandila El Fandi logró otro apéndice, facilón, del quinto, un animal con movilidad, pero que no llegó a descolgar. El otro actuante, Alejandro Talavante, quedó prácticamente inédito ante el peor lote.

El hijo mayor de Paquirri, que se anuncia en el epílogo de su carrera con el mismo alias y quiere emular a su padre en el tercio de banderillas, estuvo fácil con los palitroques ante su lote, pero nada más. Al toro que abrió plaza, feo y de nobleza borreguna, apostó por no sacarlo a los medios y el trasteo resultó insulso. Contó en segundo lugar con un toro muy noble, bueno para el torero. Un ejemplar dulce para que un torero de sentimiento descerrojara la Puerta Grande. Paquirri comenzó con una apertura muy torera, con un par de muletazos de rodillas, un cambio de mano y un trincherazo, ya de pie. Pero la labor resultó intermitente y, para colmo, Rivera mató de bajonazo. El público, muy cariñoso, pidió la oreja, que fue concedida.

El Fandi desplegó su poderío físico con los palos en su lote. A destacar, un par a la moviola, tras el cual llegó a parar al astado, su primero, y un tercero, de poder a poder, al otro. En otras ocasiones, cuadró y prendió muy lejos. El granadino recibió al segundo, que apenas tuvo recorrido, con dos largas cambiadas de rodillas junto a tablas. Y se mostró porfión, aunque no obtuvo frutos, con la franela. Ante el quinto, con movilidad, pero que no llegó a descolgar, comenzó el trasteo de manera arrojada, con una tanda de rodillas. Basó la labor, entonada, en la diestra. Y pasó apuros con la zurda, pues el toro se le coló en un par de ocasiones peligrosamente. Tras una estocada caída, fue premiado con una oreja.

Alejandro Talavante, con un mal lote, quedó inédito. En su deslucido primero, concretó un trasteo correcto en los medios. Con el manso sexto, no tuvo opción al lucimiento y dio un mitin con los aceros.

Lamentable el escaso nivel de exigencia de una plaza, como Valencia, que suspuestamente es de primera categoría. El público, sumamente benevolente, también lleva dos días en los que está tragando de lo lindo en el aspecto ganadero.

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