Talavante, dos orejas en la tercera de la Feria de Logroño

GANADERÍA: Toros de Núñez del Cuvillo, bien presentados, flojos, desrazados. TOREROS: El Juli, silencio y silencio. Alejandro Talavante, dos orejas y silencio. Jiménez Fortes, silencio y silencio.. INCIDENCIAS: Plaza de toros de Logroño. Dos tercios de entrada.

Alejandro Talavante abrió ayer la puerta grande del coso de La Ribera en el tercer festejo de la presente Feria de San Mateo en Logroño. Lo hizo tras desorejar al segundo de la tarde, un toro de Núñez del Cuvillo, de nombre 'Lastimado' y que a la postre fue el de mejor condición de la tarde. La escasez de fuerza del encierro de Núñez del Cuvillo condicionó en gran medida el resultado artístico. Ni El Juli ni Jiménez Fortes cortaron trofeos ante los de sus lotes.

Talavante enlotó por delante un gran toro de Cuvillo, el único bueno del festejo en el que predominó la falta de fuerza. Resultó un toro con buen son, alegría y que tuvo fijeza. Estructuró una faena a más, ayudado por la buena condición del astado. Tras un comienzo por estatuarios con cambios por la espalda, Talavante lo enganchó llevándolo muy toreado por ambos pitones. Con momentos de verdadera inspiración y le recetó una gran estocada y el público le pidió el doble trofeo. En quinto lugar no tuvo tanta suerte. Saltó al ruedo un toro de Cuvillo sin raza ni fuerza. Talavante no pudo hacer nada con las escasas opciones que le ofreció el toro.

El Juli no pudo hacer nada ante el primero de la tarde, un toro venido a menos en la muleta al que además le faltó la transmisión necesaria para que lo poco que pudo hacer el madrileño llegase a los tendidos. Dejó una estocada entera y vio silenciada su labor. El Juli tampoco tuvo opción ante el cuarto del festejo. Con el público en contra del toro, el torero madrileño no alargó la faena ante un toro deslucido de Cuvillo que no colaboró en ningún momento.

Jiménez Fortes desplegó todo su repertorio y valor ante el tercero de la tarde en una faena en la que destacó la entrega con un toro venido a menos. Emborronó con los aceros una labor de mucho compromiso. Al sexto, que se derrumbó de salida incluso, tampoco le realizó una faena compacta, debido a la escasa fuerza del toro. De nuevo destacó su compromiso y su querer hacer delante de la cara del de Cuvillo. Falló de nuevo con los aceros.