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La supresión del Premio Nacional de Tauromaquia por parte del ministro de Cultura Ernest Urtasun sigue produciendo efectos colaterales. A la reacción coral del sector se han unido varias voces del espectro político aunque la más llamativa ha sido la de un verso suelto en la actual baronía territorial del PSOE, la del presidente de Castilla La Mancha Emiliano García-Page, en el inicio de una ola de apoyo al mundillo taurino que ha vivido su penúltimo capítulo con la aprobación, por abrumadora mayoría, de una proposición no de ley del Parlamento de Andalucía, a iniciativa del grupo popular, que ha contado con el respaldo de los diputados autonómicos de VOX y el PSOE.
Paralelamente, la cámara del Senado propondrá la aprobación de una moción para instar al Gobierno a rectificar y convocar el Premio Nacional de Tauromaquia en su edición de 2024, garantizando su conservación y promoción “como deber de la Administración General del Estado, en coherencia con la condición de Patrimonio cultural inmaterial histórico español de la Tauromaquia” según explica el Grupo Popular –con mayoría en la cámara alta- en una nota de prensa en la que detalla otras peticiones que incluyen la concesión de la Medalla de Oro al Mérito a las Bellas Artes para el mundo del toro, ausente en la última convocatoria, además del reconocimiento de “la importancia económica y social de la tauromaquia como generadora de empleo, riqueza y desarrollo en las comunidades donde se practica” según detalla la misma nota en la que se proclama el compromiso del senado “con la defensa y la promoción de la tauromaquia como parte integral del patrimonio cultural y artístico de España”.
Pero la moción iría más allá al incluir el establecimiento de un galardón taurino que sustituyera al suprimido por Urtasun mientras no se vuelva a convocar por el Ministerio de Cultura. La concesión de ese Premio Senado, en espera de una improbable recuperación por parte del Gobierno actual, se haría en colaboración con la Asociación Taurina Parlamentaria, los grupos parlamentarios y hasta las distintas comunidades autónomas que quisieran adherirse.
El Grupo Popular invoca el actual ordenamiento jurídico, que blinda la protección y la promoción de la tauromaquia. “La naturaleza cultural de los espectáculos taurinos, por tanto, está fuera de duda y cuenta con un sólido respaldo legislativo” señala la misma comunicación recordando sentencias del Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo que anularon por falta de justificación la exclusión de los espectáculos taurinos del ámbito de aplicación del Bono Cultural Joven. “La supresión del Premio Nacional de Tauromaquia adolece de la misma ausencia de justificación, por lo que la ilegalidad de esta medida sería razonablemente presumible”, estiman los populares.
“Suprimir el Premio Nacional de Tauromaquia demuestra que el Gobierno no apuesta por la libertad ni la pluralidad cultural, sino por la censura. Es, a todas luces, una decisión que atenta contra la democracia. En definitiva, se trata de una decisión sectaria que atenta contra la libertad de los españoles y da la espalda a lo que son nuestras tradiciones y la identidad de nuestro país” añade el Grupo Popular refiriendo los valores culturales, económicos y ecológicos de una actividad que, a su juicio, “forma parte de las señas de identidad de nuestro país”.
“La decisión del Gobierno de suprimir el Premio Nacional de Tauromaquia supone un atentado contra la ley 18/2013 que establece que el Estado debe proteger y promover la tauromaquia, responsabilidad directa de todas las Administraciones” consideran los senadores populares afirmando que “legislar contra tantos espectadores que llenan las plazas de toros es un ejercicio de totalitarismo".
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