La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
El torero Juan José Padilla, que fue informado ayer por los médicos de las consecuencias de la gravísima cornada que sufrió en el rostro el pasado día 7 de octubre en la plaza de toros de Zaragoza, ha asegurado a sus allegados que volverá a torear, "aunque sea con un parche en el ojo".
Acompañado por su esposa, Lidia Cabello, el diestro jerezano escuchó las palabras de los doctores, que le confirmaron el diagnóstico de la parálisis facial del lado izquierdo y la posible pérdida de visión del ojo del mismo lado, explicó su apoderado, Diego Robles.
Asimismo, los médicos expresaron al torero la posibilidad de que, pasado el tiempo, cicatrizadas las heridas y soldadas las fracturas sufridas, podría someterse a algún tipo de tratamiento para recuperar movilidad en la zona afectada.
Consciente del alcance de la cornada, Padilla se ratificó en su determinación de volver a torear y ha pedido a sus apoderados que no anulen ninguno de los contratos que tiene firmados en países americanos para noviembre, que son los del día 13 en Lima (Perú), el 18 y el 19 en las plazas venezolanas de Valencia y Maracaibo y el 30 en Quito (Ecuador).
El torero sigue ingresado en la unidad de cuidados intensivos del hospital Miguel Servet, donde ayer fue visitado por un buen número de compañeros y amigos, que le encontraron con fuerza y ánimo. "Hay Padilla para rato" fue la frase que más se repitió durante todo el día.
El diestro de Jerez, al que se le ha reducido la sedación, no ha tenido fiebre en ningún momento, lo que aleja la posibilidad de una temida infección en la tremenda herida que le infirió Marqués, un toro de Ana Romero, en El Pilar. Los médicos contemplan la posibilidad de que sea trasladado a planta en unas 48 horas.
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