El Fandi corta una oreja al toro que mató a un corredor

GANADERÍA: Toros de Jandilla, bien aunque desigualmente presentados y manejables, aunque bajos de raza. Destacaron tercero y sexto. TOREROS: David Fandila 'El Fandi', oreja con petición de la segunda y saludos. Matías Tejela, silencio y saludos tras petición. Rubén Pinar, oreja en ambos. INCIDENCIAS: Plaza de toros de Pamplona. Lleno.

El diestro manchego Rubén Pinar abrió la Puerta Grande de Pamplona, la primera de matador estos Sanfermines, después de cortar una oreja a cada uno de sus toros de Jandilla.

El susto del festejo fue también para Rubén Pinar en el turno de quites al segundo toro cuando, al citar para lancear a pies juntos por el lado derecho, sufrió la colada del animal que lo volteó sin herirlo y lo perdonó en el suelo. Luego entreabrió la ansiada Puerta Grande pamplonesa con un tercero al que lanceó de capa muy decidido Rubén y cuajó una faena de ganas al buen animal de Borja Domecq. Hubo momentos buenos aunque algo irregular resultó el trasteo destacando dos buenas series, uno por cada pitón.

Con el sexto, el mejor toro del encierro, terminó de culminar el triunfo. Le dio mucho sitio Pinar al animal y lo ligó por abajo, con el toro repitiendo con clase y celo. Buena series sobre la diestra, las mejores al final con mayor ajuste y rematando de estocada caída. De nuevo predominaran las ganas y la ambición de triunfar.

El Fandi cortó una oreja al toro Capuchino, el animal de Jandilla que por la mañana acabó con la vida del corredor Daniel Jimeno Romero y que en la plaza resultó manejable y sin demasiada raza, aunque en los primeros tercios pareció acusar el encierro apretando y metiéndose por dentro.

La corrida, que empezó con un emotivo minuto de silencio en recuerdo del fallecido, levantó pronto gracias al alboroto que formó El Fandi en banderillas concluyendo como suele hacerlo y parando la carrera del toro con la mano en el testuz. El toro, mejor por el pitón izquierdo, permitió a El Fandi pasarlo con suavidad tras el comienzo de rodillas, destacando una buena serie al natural, y cortar la oreja tras una estocada entera que cayó baja. Con el aplomado cuarto, no tuvo opción entre la indiferencia del tendido.

Tejela firmó una faena a menos con un toro a menos después de un buen inicio de mano bajo. A partir de ahí bajó el tono de su actuación el torero, intercalando desconfianzas. El toro terminó apagándose, amorcillado. Con el quinto, manejable aunque justo de raza, de nuevo volvió a esbozar buenas cosas sin redondear, intermitente también el alcalaíno. Remató de un buen espadazo.