La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Una noche también amenazada por el confort
El ganadero Salvador García Cebada, creador de la ganadería de Cebada Gago, falleció ayer a la edad de 93 años en el hospital de Puerto Real, por una insuficiencia renal. Una gran pérdida para el campo bravo y el final de una generación de ganaderos 'románticos', verdaderos alquimistas del toro bravo como lo fueron don Álvaro Domecq, Luis Algarra y Juan Pedro Domecq.
Y ese 'don' también formaba parte de García Cebada, un apelativo para reconocer sus virtudes y cualidades profesionales, una forma de ensalzar su bondad y generosidad y que reflejaba su personalidad de hombre leal
Los aficionados siempre le recordarán con su sombrero de ala ancha, imagen de ganadero añejo y de señorío y que no dudaba aparecer con él en actos donde recogía premios a la bravura de sus toros, como en el burladero de alguna plaza, así como en sus paseos a caballo por su la finca La Zorrera.
García Cebada ha sido una leyenda viva de la crianza del toro bravo, siempre pensando en criar un toro bravo, con casta y que provocó que las figuras decidieran no matar sus toros, que quedaron relegados a las llamadas 'corridas duras'.
Pero eso no fue motivo para que esta ganadería se anuncie en las grandes ferias del toro tanto de España como en Francia, país donde los toros de Cebada Gago son un auténtico atractivo en los carteles.
Una ganadería que ha estado marcada con la plaza de Algeciras, la tarde del 30 de junio de 1989 está en la memoria de los aficionados del Campo de Gibraltar. Una tarde que recuerda todo el toreo porque marcó un antes y un después en la concesión de los indultos en las plazas de segunda categoría.
El toro Comedia , negro bragao con el número 74 en el costillar y 523 kilos de peso se ganaba el derecho a vivir tras mostrar su clase y bravura en la muleta de Emilio Muñoz.
Salvador García, hijo del ganadero fallecido recordó ayer que sus padre, "nos dejará a mi hermano y a mí, y a sus nietos Micaela y Jaime, una gran ganadería, pero sobre todo su ejemplo de persona. La sencillez de la prudencia para ser elocuente, la naturalidad que desemboca en la elegancia y, sobre todo, la honradez como lema invariable".
El gran alquimista de "los cebaítas" ha dicho adiós, pero sus toros seguirán criándose en la finca "La Zorrera" de Medina Sidonia para honrar su memoria y para orgullo y autenticidad de la fiesta brava.
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