Emilio Muñoz y 'Comedia', veinte años de una tarde inolvidable para el toreo
El diestro de Triana cuajó una faena sensacional al toro de Cebada Gago que se ganó el derecho a vivir por su bravura y su calidad,y se convirtió en el primer indulto en la plaza de toros de Las Palomas

La fecha del 30 de junio de 1990 está en la memoria de los buenos aficionados al mundo del toro de la comarca y en general de nuestra país. Tal día como hoy, pero hace veinte años, la plaza de toros de Las Palomas vivía una tarde histórica en su albero. Una tarde que recuerda todo el toreo porque marcó un antes y un después en la concesión de los indultos en las plazas de segunda categoría.
El toro Comedia, negro bragao con el número 74 en el costillar y 523 kilos de peso se ganaba el derecho a vivir tras mostrar su clase y bravura en la muleta de Emilio Muñoz. El diestro sevillano, veinte años después y en la actualidad torero inactivo, recordó a este diario cómo fue una de las faenas que marcó su vida profesional. " La faena a Comedia fue una de las obras toreras más importantes de mi vida. En banderillas vi lo bueno que traía dentro. Fue un toro incansable en sus ochenta y tres embestidas. Aquella faena de Algeciras en 1990 me abrió las puertas de nuevo para seguir toreando. Fue un punto de inflexión en mi carrera, todavía se sigue hablando de ese indulto y eso es lo bonito", aseguró el diestro de Triana.
La tarde fue histórica también porque marcó un precedente en el Reglamento Taurino ya que impedía el indulto en plazas de segunda categoría. El presidente de la plaza de toros aquella tarde, Antonio Valero Rodilla, fue la persona encargada de sacar el pañuelo naranja tras la petición unánime de los aficionados del coso. "Esa tarde se puso fin al caduco reglamento de 1962, me lo salté porque se hubiera producido un peligroso altercado público. Este argumento pesó mucho más en mi decisión que las virtudes del toro", añadió Valero.
La máxima autoridad en aquella tarde señaló que el toro se ganó la vida por su bravura en la muleta. "El toro no tenía trapío y tampoco peleó en varas, pero se ganó el premio por su nobleza y por su manera de embestir y sobre todo por la compenetración que hubo entre toro, torero y el público de Algeciras", aseguró Antonio Valero.
Otro de los testigos de excepción aquella tarde fue el periodista Andrés Macías, quien se encargó de plasmar en las páginas de Europa Sur la crónica de aquella tarde.
Macías recordó que fue el ganadero Antonio Gavira, tristemente desaparecido, el primero en pedir el indulto para el toro. "Recuerdo que cuando Emilio Muñoz se fue a coger la espada Gavira se levantó de su localidad y se giró al presidente para pedir el indulto del animal. La petición corrió como la pólvora por los tendidos y el presidente no se pudo negar, fue una petición mayoritaria", matizó.
En cuanto al indulto, Macías confirmó que el toro no tenía trapío y apenas se le picó pero se ganó el premio del indulto en la faena de muleta. "Fue un toro que no paró de embestir, con mucha bondad, recuerdo que conté los ochenta y tres muletazos que le pegó el diestro sevillano", añadió.
Por último, el crítico taurino Crescencio Torés, recogió también en las páginas de este periódico que aquella tarde en Las Palomas se vivió un verdadero milagro del toreo. "Comedia demostró las cualidades de un toro bravo, ofreció su bravura a cambio de la vida", describió.
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