Eduardo Canorea confirma su marcha como empresario de la plaza de la Maestranza
Problemas de salud motivan el adiós, según arguye en un comunicado hecho público ayer
Eduardo Canorea, quien ha sido empresario de la plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla durante 16 años, anunció ayer, mediante un comunicado, que abandona tal función, confirmando así la noticia aparecida en este medio el pasado día 4.
El comunicado reza así: "Es ya pública una decisión que tomé hace algún tiempo, que no es otra que la de retirarme del ejercicio de mi profesión. Razones de salud me llevan a este fin de un largo camino en el que he tenido la oportunidad de conocer a muchas personas a las que debo sincera gratitud por lo mucho que me han enseñado. Buenas gentes del toro que dan lo mejor de sí mismas por la Fiesta, esa expresión del alma española que no tiene parangón por su profunda belleza y porque resume las mejores virtudes de nuestro pueblo y sirve de inspiración a las demás artes. En esta hora del adiós no puedo olvidar a mi padre, una persona de total humanidad que me enseñó el gran valor de hacer honor a la palabra dada y de ser justo con los demás; esa ha sido mi intención siempre. Dar las gracias a la afición de Sevilla es obligado por su sensibilidad y su tolerancia, también pedir indulgencia por los yerros en que, sin duda, he incurrido; de ellos he aprendido mucho más que de los aciertos y a quienes pudieran haber contrariado, pedirles disculpas es también una deuda que debo saldar. Por último, agradecer a los empleados de la Empresa Pagés, con Ramón Valencia a la cabeza, en cuyas manos encontrarán la garantía de un hombre honesto y perseverante que, no tengo la menor duda, llevará el timón con la seguridad que da el buen juicio. Gracias a todos".
Canorea llegó a la gerencia de la plaza de la Maestranza en el año 2000 a raíz del fallecimiento de su padre, Diodoro Canorea, que había asumido la dirección de Pagés por matrimonio con la hija del empresario Eduardo Pagés, que firmó el primer acuerdo con los maestrantes en 1932. En la actualidad las acciones de dicha empresa se reparten entre Eduardo y sus hermanas Carmen -esposa de Ramón Valencia- y Mercedes.
Las últimas temporadas organizadas por Canorea y Valencia como gerentes se han visto salpicadas por la polémica ausencia de las principales figuras del toreo, que se negaron a contratar con ellos a raíz de unas polémicas declaraciones vertidas por Canorea.
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