Diego Urdiales abre la puerta grande y El Fandi y Fandiño, de vacío en Logroño

Diego Urdiales, ayer, en Logroño.
Diego Urdiales, ayer, en Logroño.
Mundotoro Logroño

23 de septiembre 2014 - 01:00

La tarde fue toda de Diego Urdiales. Él la abrió en triunfo y él se quedó con todo el balance artístico. Bastó un toro, que fue el primero, el único bueno de la muy a menos corrida de El Torero para que el riojano diera forma a una labor elegante, muy torera, que le valió la salida en hombros. El Fandi saludó una ovación e Iván Fandiño fue silenciado con un mal lote.

Diego Urdiales desorejó al gran astado de El Torero que abrió plaza, un animal con mucha calidad por el pitón derecho. Urdiales dejó ver su total motivación y, tras un buen saludo capotero, inició de muleta con estatuarios. Desde ahí dio metros al citar por el pitón derecho. Muy templado él, dibujando muletazos de gran limpieza y sentimiento en una labor reunida. Aunque por el pitón izquierdo el animal se quedaba más corto, Urdiales supo subir la intensidad final de la faena con un cierre con adornos elegantes. La estocada, fulminante, le hizo merecedor de las dos orejas. No fue bueno el soso cuarto. En la faena se vio en todo momento la disposición de Urdiales, quien, a base de insistir, robó algún muletazo. No pudo haber continuidad porque el toro nunca quiso y hasta terminó por pararse. Tras pinchazo y estocada, el público le hizo salir al tercio.

Algo más de media entrada. Toros de El Torero, correcta y parejamente presentados, ovacionado el buen primero, aplaudido el manejable segundo y sin juego los restantes cuatro. Diego Urdiales, dos orejas y ovación; El Fandi, ovación y silencio e Iván Fandiño, silencio y silencio.

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