La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
Fractura de cadera
El diestro Curro Romero ha recibido el alta y ya se recupera en su domicilio -bajo la vigilancia de los doctores Saval y Martínez Piñánez- de la fractura de la cabeza del fémur que se produjo el pasado 26 de mayo tras un accidente doméstico en su propio domicilio. El Faraón de Camas fue intervenido tres días después en el Hospital Virgen Macarena de la capital hispalense con resultados satisfactorios.
Esa operación tuvo que demorarse por problemas circulatorios del torero siendo intervenido con anestesia epidural por los doctores Cejudo y Saval y, después de pasar por reanimación, se ha recuperado en planta acompañado de sus familiares y allegados.
El percance se produjo cuando el diestro camero se levantó de un sillón tras el desayuno sin la ayuda que suele necesitar. Dio una vuelta apoyado en el bastón y cayó al suelo. En un principio no se le dio importancia pero la persistencia de los dolores, explicó su mujer Carmen Tello, obligó a ingresarlo en el Virgen Macarena, centro hospitalario donde ha sido tratado en algunos procesos recientes. Desde el primer momento se supo que había que intervenir y aunque en un principio se fijó la operación para el pasado domingo su situación clínica aconsejó esperar al miércoles.
Curro Romero cumplió noventa años el pasado 1 de diciembre y su última aparición pública fue el pasado día 16 en el Parlamento andaluz en la tramitación de la PNL de apoyo a la Tauromaquia. Días antes le había entregado a Pablo Aguado el trofeo Puerta del Príncipe del Corte Inglés al mejor toreo de capa que lleva su nombre en el transcurso de una velada celebrada en los jardines del Alcázar de Sevilla.
Curro Romero es un mito en vida de la tauromaquia hispalense y acumula numerosos galardones, reconocimientos y el respeto de la afición y toda la sociedad. Debutó en público el 25 de julio de 1954 en la desaparecida plaza de la Pañoleta, a la tardía edad de 21 años. Su presentación en la plaza de la Maestranza se produjo en 1957, sustituyendo al anunciado Juan García Mondeño.
Romero toma la alternativa en Valencia el 18 de marzo de 1959 de manos de Gregorio Sánchez y ese mismo año debuta como matador de toros en la Feria de Abril de Sevilla, a la que no faltó hasta el mismo año de su retirada, en la temporada de 2000.
Su irregular trayectoria está salpicada de fracasos y éxitos resonantes que reforzaron su leyenda. Sus años de mayor plenitud profesional coinciden con la década de los 60 del pasado siglo XX. En la década de los 90 protagoniza su última resurrección profesional y se convierte en uno de los personajes más inconfundibles del panorama social sevillano, especialmente a raíz de su matrimonio con Carmen Tello.
El día del Corpus de 1960 abrió por primera vez la Puerta del príncipe después de cortar dos orejas a un sobrero de Tassara. Volvería a hacerlo cinco veces a lo largo de su carrera en la que también se anotan siete puertas grandes en plaza de Las Ventas de Madrid. Después vendrían 42 temporadas en las que se alternan las cimas y las simas y se refuerza la mitificación de su figura.
Su último gran éxito llegó en 1999, al cortar dos orejas por última vez en la plaza de la Maestranza de Sevilla. Al año siguiente, el día 22 de octubre, anunció su retirada por sorpresa después de actuar en un festival que se había organizado a beneficio de Andex en La Algaba, mano a mano con Morante de la Puebla. Su última actuación vestido de luces había sido el 10 de septiembre anterior en Murcia.
Desde entonces se ha convertido en una figura fulguramente del panorama taurino, cultural y social de la ciudad de Sevilla. Es hijo predilecto de Andalucía y, entre otros galardones, estrenó el pasado mes de febrero los recién creados Premios Andalucía de Tauromaquia que recogió de manos del presidente Juanma Moreno.
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