Córdoba por la tauromaquia, una jornada de inflexión

Todo ha venido de manera sorpresiva. La Córdoba taurina se ha visto de buenas a primeras con un regalo inesperado. Cuando todos pensaban que la temporada taurina cordobesa, se cerraría un año más en Montoro como de costumbre –por cierto con un cartel atractivo tanto para el aficionado como para el espectador–, la noticia ha saltado esta semana. La temporada en Córdoba y, posiblemente en España, tendrá colofón en el coso de Los Califas con un festejo en unas fechas poco habituales.

El año pasado, Córdoba, se convirtió por un día en el epicentro del planeta de los toros. Tras un año negro, marcado por la enfermedad, el dolor, la pena y la muerte, la empresa que regenta el coso califal, Lances de Futuro con José María Garzón a la cabeza, dio un paso adelante y Córdoba fue la única plaza de primera categoría, que abrió sus puertas en la temporada.

El coliseo de Ciudad Jardín colgó el cartel de no hay billetes, eso sí con la reducción de aforo, en un día en que la fiesta de toros, como ave Fénix, resurgió en Córdoba de sus cenizas. La expectación fue máxima. Hubo gente que llegó desde muchos puntos de España. Las cámaras de la televisión, concretamente las de un canal temático de pago, fueron testigos. El 12 de octubre de 2020 será una fecha que quedará en los anales de la historia del toreo en Córdoba.

En esta temporada sucedió lo mismo en mayo. Córdoba, la de primera categoría, volvió a abrir las puertas de su coliseo taurino. El trabajo efectuado por la empresa comenzó a ver sus frutos. Incremento en la venta de abonos y dos tardes, de nuevo con reducción de aforo por las restricciones sanitarias, con el cartel de no hay billetes.

Córdoba recuperaba el pulso tras años de ostracismo. Se ha sabido que José María Garzón ha querido reeditar el éxito del pasado año. Su intención, al menos así lo ha manifestado, era dar toros en Córdoba el día de la fiesta nacional. Unas razones u otras le han hecho desistir de su deseo. Los toros en Los Califas debían de esperar hasta la temporada próxima. El cartel de Montoro, con Finito de Córdoba, Curro Díaz y Rocío Romero, pondría un año más el epílogo en la Córdoba taurina en este año de 2021.

Pero cuando nadie lo pensaba, saltó la noticia. Finito de Córdoba, el torero de más fuerza en esta ciudad en los últimos tiempos, convocó una rueda de prensa el pasado miércoles y anunció que cerraba la temporada del 30 aniversario de su alternativa en Los Califas, acompañado de dos jóvenes novilleros de la tierra con enorme proyección, como son el caso de Javier Moreno Lagartijo y Rocío Romero, quienes lidiarán reses de Fuente Ymbro, propiedad de Ricardo Gallardo, natural de Villafranca de Córdoba, por lo que el cartel tiene un marcado carácter cordobés.

El 23 de octubre Los Califas abrirá sus puertas en una fecha atípica e inusual para la celebración de festejos taurinos y con un cartel limpio, puro, sin los oropeles de figuras del momento que son capaces de convocar a mucho público de clavel en la solapa. Un cartel en el que Córdoba, tan caprichosa ella, muestre si es agradecida o no. La fecha de por sí ya pasará a la historia por muchos motivos, pero ¿estará la Córdoba taurina a la altura?

Juan Serrano ha apostado fuerte. No ha querido ser protagonista absoluto de una celebración propia, como es la clausura de una temporada conmemorativa para su persona. Si así lo hubiera querido, se hubiera encerrado en solitario en solitario con seis toros, o se hubiera rodeado con dos compañeros del escalafón superior. Pero no, Finito ha querido un cartel que pone en liza el presente y el futuro del toreo cordobés. Un cartel que invita a demostrar si de verdad Córdoba quiere continuar enlazada a la tauromaquia. Un cartel de Córdoba y para Córdoba.

Todo está dispuesto. La próxima semana se pondrán a la venta los billetes. Los atractivos son muchos. El matador, Finito de Córdoba, ha cuajado una temporada interesante, con faenas para el recuerdo, caso de las de Nimes, Santander, Aranjuez o Cabra. Los novilleros que le acompañarán traen la frescura de la juventud y un oficio consolidado, caso de Lagartijo, o lleno de gestas como las de Rocío Romero que ha matado utreros de ganaderías de las ganaderías de Prieto de la Cal o Ana Romero, gesto que ha pasado desapercibido para muchos.

Es la hora de Córdoba. Una jornada para de verdad dar un puñetazo en la mesa y gritar a los cuatro vientos que quiere toros. Que de verdad ha despertado de un sueño que ha sido una pesadilla. Es el momento de mostrar que lo vivido en los últimos festejos no ha sido flor de un día. Las intenciones del torero estandarte de la Córdoba torera no son otras, como reza en sus redes sociales, de Córdoba por la tauromaquia. Es la ocasión de demostrarlo todos.

Es la hora de la sensibilidad para con la fiesta y para con sus toreros. Es la hora de acudir masivamente a la plaza y demostrar lo que de verdad somos o lo que queremos ser.