Acontecimiento único en el rejoneo

Manuel Acosta Contreras

05 de agosto 2012 - 08:22

LA afición al mundo de los caballos está sobrecogida y alerta ante el acontecimiento que se anuncia en la Merced para la tarde de hoy. Un único rejoneador se enfrenta a seis toros de diferentes ganaderías, unas con garantías de éxito, por ser conocidas como benignas para el rejoneo y otras de arriesgadas incógnitas.

La venturosa apuesta de la plaza de toro de la Merced de Huelva y el rejoneador Diego Ventura, se unen de manera prodigiosa para protagonizar el evento más llamativo y atractivo de la agenda rejoneadora del año doce. Este es un hito histórico que tendrá muchas lecturas y que determinará nuevas e interesantes propuestas para el futuro del rejoneo.

Ha habido muchas corridas en toreros de a pié de encerrarse con seis toros, no, en cambio, en rejones, y ha sido muy valorado por los aficionados y para los toreros muy significativos en sus carreras. Ha habido otras destacadas apuestas de riesgo como rejonear toros de Miura o toros en punta, que en diversas ocasiones diferentes se enfrentara D. Álvaro Domecq Romero.

Diego Ventura viene desde hace años triunfando en más ferias que nadie, ya en esta temporada lleva 14 ó 15 Puertas Grandes. Ha triunfado tanto en España y Portugal como en América; pero a pesar de su rabiosa juventud quiere dar más pasos, quiere tomarle el relevo a Pablo por derecho propio y no solo toreando sino con acontecimientos únicos que den a la afición la ilusión y la satisfacción suficiente como para sacar su pañuelo blanco con la convicción de estar señalando con el índice a quien es el que mejor rejonea.

Los aficionados del rejoneo, si cabe, son aún más variopintos, se divierten con la diversidad de suertes, de estilos, de personalidades, de caballos, etc. Van lo mismo niños, señoras que caballeros; aficionados señeros que personas gustosas de la estética, toristas como apasionados de los caballos, partidarios de toreros rejoneadores como amantes de la fiesta y sus oropeles.

Un solo rejoneador, que trae veinte caballos no deja indiferente a nadie, ni siquiera a aquellos que abiertamente expresan que les resulta algo soso un solo rejoneador, pero no van a dejar de verlo y estar presente en esta tarde de Ventura en la Merced.

El espectáculo está asegurado, para quien quiera ver las buenas ganaderías para rejones tradicionales y para los que nunca han visto un miura ante los caballos o los Pablos Romero. Diego trae caballos estrellas y jóvenes figuras, caballos consagrados y caballos nuevos, caballos de todos los pelos, apaloosa, tordos rodaos, en fase blanca, palominos, albinos, bayos, castaños, negros, alazanos; razas puras y cruzadas, anglo árabes, lusitanos, luso-árabes, luso-cuarto de milla, tres sangres, etc. Viene con yeguas y sementales, de hierros famosos y de su propia ganadería. Variedad para que nadie se quede con sensaciones como para llenar un baúl y para desprenderse en emociones.

Viene a la Merced con siete caballos de salida, los célebres Chocolate, el de las puertas gallotas; Maletilla, que los duerme en el centro del ruedo con medias vueltas en una peseta y la belleza de Triana. Son majestuosas novedades Buena Vibra, un caballo perla luso-árabe de cinco años; Carbón luso de Ortigao Costa, negro con cinco años; Girasol y Demonio del hierro de Ventura.

Presentará diez caballos para el tercio de banderillas: Cheke, grandioso luso-árabe; Morante, muy espectacular, saliendo de la suerte no solo doblándose hacia el pitón contrario sino que además muerde en la testuz al toro. Nazarí, el caballo que más ha progresado de la cuadra, torea en cesión a la pierna poniéndose el toro a centímetros del estribo derecho templándolo y mandando en sus arremetidas por todo el tercio. Ordóñez, luso, tordo con crines negras del hierro de Manuel Braga. Wellington, en capa apaloosa, y Pegaso, luso de cuatro años, tordo rodao que ha despertado muchas expectativas esta temporada, terciando y quebrando en la cara del toro sin descomponerse y con ortodoxia. Fantásticas novedades son Conquistador, Galán y Milagro en luso y tordos, y Oro, luso-árabe de pelo bayo.

Para el último tercio, Califa, quizás el menos reconocido por el publico entre sus grades estrellas, pero es el que le ha dado más triunfos y es un prodigio de entendimiento con su jinete, de técnica y sitio; se para cuando ve la muerte del toro, facilitando que el rejón quede en todo lo alto. Remate, luso del hierro de Oliveira Santos de capa albina y Rey.

El rejoneo, en la tauromaquia, es el modo de lidiar que más ha avanzado o innovado a lo largo de la historia, como arte y como espectáculo. Comenzó un rejoneador abriendo las corridas, ante un siempre adverso público que no reconocía los valores de esta tauromaquia para la plaza, sino para el campo y el trabajo en las ganaderías y cortijos. Solo la grandeza y maestría de D. Antonio Cañero y de D. Álvaro Domecq Diez permitieron el desarrollo de este arte y el aprecio del público.

Don Ángel Peralta, es sus afanes creativos, de insignes efemérides y nuevas suertes, crea las corridas de cuatro rejoneadores, "los jinetes de la Apoteosis" con el gran rejoneador portugués Lupi, su hermano Rafael y con quien fue la conjunción exacta de la valentía y el arte de D. Álvaro Domecq Romero que puso su nombre a esa época del rejoneo.

Luego se han hecho nuevas e interesantes variantes, con seis rejoneadores en la Feria de Abril y la más popularizada ahora con tres figuras, modo que ha impuesto el rejoneador que ha mandao en los últimos lustros, Pablo Hermoso de Mendoza, introduciendo otra novedad, dos toros por Caballero, a diferencia de los cuatro rejoneadores que compartían por colleras.

Diego se ha preparado a fondo para esta cita con la afición de Huelva, ha estado encerrado con sus veinte caballos, retiro solo interrumpido para sus últimas citas en Valencia y en Íscar (Valladolid) lo que puede indicar que no solo quiere satisfacer al público que disfruta con su peculiar espectacularidad sino también a aquellos aficionados que quieren ver su torería.

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