Análisis
Gumersindo Ruiz
Sería un error penalizar fiscalmente a las socimi
En 1960 era un voluntarioso becario de Diario de Cádiz, donde tuvo su primera oportunidad y en la redacción de la calle Ceballos de la capital gaditana, origen del Grupo Joly, brindó su entusiasmo narrador y su impulso creativo. Tenía dotes. Con el desparpajo que daban 26 años llenos de ideas, Manuel Martín Ferrand, en 1966, fue el primer solicitante de una cadena privada en España. En el Ministerio de Información y Turismo dirigido por Manuel Fraga le hicieron más bien poco caso, porque el gobierno franquista, en pleno desarrollismo, no iba a compartir con nadie el juguete de entrar en las casas con información, entretenimiento y doctrina. TVE mantendría durante 16 años más el monopolio televisivo.
El coruñés Martín Ferrand fallecía ayer en Madrid a los 72 años. Fue el creador del radiofónico Hora 25, el fundador de Antena 3 e ideólogo de programas en la cadena pública como el informativo de análisis diario 24 Horas o Sábado Cine, como magacín y debate junto a una película, formato que daría paso poco después al legendario La Clave de su amigo José Luis Balbín. Hay pocas figuras periodísticas tan fundamentales durante el tardofranquismo, la transición y el felipismo como este contumaz columnista conservador, y esmerado crítico gastronómico, que fue lo más renovador de una época que parece ahora de colonos del Oeste. En la Cadena Ser (cuando aún quedaban años de su control por el Grupo Prisa) promovió dos contenedores de actualidad y opinión que no podían ser presentados como informativos. Radio Nacional se reservaba entonces "la información" radiofónica (hasta después de las elecciones de 1977), los noticiarios, pero la propia radio comenzó a desperezarse de la mano del gong de Hora 25 marcado por Martín Ferrand, en 1973, y su posterior Matinal Cadena Ser, que daría paso a los carruseles regionales de noticias que en el caso andaluz fueron muy aclamados.
Martín Ferrand fue uno de esos periodistas que no podían estar quietos. Tras su etapa gaditana pasó por el vespertino Pueblo, referente en los 60, y para TVE dirigió formatos rompedores de su tiempo como Imágenes para saber o Nosotros, en 1968, presentado por Alfredo Amestoy, con las primeras palabras en euskera oídas por los espectadores españoles.
A principios de los 70 se encargó del remate informativo de TVE, 24 Horas, con conductores como Rosa María Mateo o Luis del Olmo; o magacines a lo grande como Siempre en domingo, con Matías Prats padre o una novata llamada Paloma San Basilio. La potencia del entretenimiento unido a la información, a la cultura estuvo siempre en su mente para revistas como Plaza de España u Hora 15. Esa etapa la alternó con proyectos de prensa, como el periódico Nivel, fulminado por la censura en 1969 en el día de su salida; el decano Diario de Barcelona o el Nuevo Diario en Madrid. Creó revistas de influencia norteamericana como Todo, a principios de los 80, mientras preparaba su gran proyecto, una cadena de televisión privada. Con la implicación de medios como La Vanguardia, Prensa Española (Abc) y cabeceras regionales como Diario de Cádiz, en 1981 creó Antena 3. En los estertores del gobierno de UCD se paralizó la futura ley de televisiones privadas que el presidente Felipe González no entreabrió de nuevo hasta 1988. Antena 3, por obligaciones de espera, se transformó en la primavera del 82 en una cadena de radio. Martín Ferrand aprovechó el cese de su antiguo compañero de nocturnidades en la Ser, José María García, para refrescar la Frecuencia Modulada. Creador de equipos y repartidor de juego, la Antena 3 Radio de Martín Ferrand llegó a ser líder de audiencia en 1991, con Antonio Herrero, Miguel Ángel García-Juez o Carlos Pumares. En la primavera del 92 el Grupo Godó (La Vanguardia) vendía la cadena a la competencia, a Prisa, operación (denominada entonces como "antenicido") con la que Ferrand y sus allegados emigraron a las trincheras de la Cadena COPE. Antena 3 Radio dejaría de emitir en 1994. Años después se comprobarían operaciones irregulares en el cobro de publicidad que obligaron a Martín Ferrand a devolver una importante cantidad de dinero.
Antes se había producido el frustrante inicio de Antena 3 Televisión. El periodista gallego vio cumplido su sueño en 1989, con la concesión de una de las tres licencias nacionales (junto a Telecinco, de la ONCE y Berlusconi; y Canal +, de la firma francesa y Prisa). La importante inversión en San Sebastián de los Reyes (instalaciones que existen en la actualidad) no se vio traducida en expectación e ingresos por una programación envejecida y falta de atractivo cuando echó a rodar en 1990. El Grupo Zeta, con apoyo financiero de Mario Conde, adquirió en 1992 la cadena televisión en un asalto simultáneo con la radio.
La marcha de Antena 3 dejó marcado a Martín Ferrand, que durante tres años fue director general de la cadena privada pionera, y ya desde entonces prefirió un segundo plano sin perder su visión combativa (fue feroz en la decadencia de Felipe González, en la corriente de lo que el Grupo Prisa tildaba como "Sindicato del Crimen") tanto en columnas virtuales, en la web Estrella Digital; como en papel, en los periódicos de Vocento desde 2002. Durante años convivió con la enfermedad que finalmente le ha vencido.
Su antigua cadena de televisión valoraba ayer el trabajo de Martín Ferrand durante su etapa inicial, como hacían otros compañeros, con el pésame del gobierno. En la distancia su figura profesional se vislumbra como más relevante, simpatías políticas al margen.
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