La historia real que hay tras el personaje de Juan Cuesta
Presidente de esta nuestra comunidad
'Aquí no hay quien viva' celebra su 20º aniversario siendo una comedia que está más vigente que nunca por el descubrimiento de los jóvenes espectadores
El artista gaditano que renunció ser el principal personaje de 'Aquí no hay quien viva'
Video: José Luis Gil, el eterno Juan Cuesta de 'Aquí no hay quien viva', se recupera tras sufrir un ictus
Aquí no hay quien viva está viviendo el 20º aniversario de su estreno en Antena 3 y está rejuvenecido. Al estar en varias plataformas (Netflix, Atresplayer), la primera serie de los hermanos Alberto y Laura Caballero está siendo descubierta por jóvenes generaciones que comienzan a aprenderse de memoria sus diálogos. Ya sucedía así con lo que tienen más de treinta años, con los espectadores que la vieron cuando se estrenaban los episodios en la noche de los domingo. A día de hoy sigue siendo de las series españolas con más visionados. Un recurso cuando 'no hay nada que ver'.
Con motivo de este aniversario se ha publicado el libro Aquí no hay quien viva. Detrás de las cámaras, de Javier P. Martín. El reportaje con la historia oral de quienes intervinieron en esta ficción, en una crónica que publicó El País, ha dado paso a un amplio ensayo sobre cómo se gestó esta ficción, sus personajes y el estado de gracia en que se encontraban sus creadores y sobre todo el reparto coral de la serie.
José Luis Gil, un excelente doblador y que había aparecido ya en distintas comedias, tuvo su gran oportunidad en el edificio de la calle Desengaño como Juan Cuesta, "presidente de esta nuestra comunidad". El apocado y cursi profesor de colegio se crecía en las juntas de vecinos. El personaje se ofreció a Pablo Carbonell, que no aceptó porque estaba de promoción con su película Atún y chocolate. Gil, con alopecia y gesto tristón, era la percha perfecta para hacer del marido de Paloma-Loles León.
El guionista principal de la serie y productor ejecutivo, Alberto Caballero, explica que detrás de Juan Cuesta había casos reales que habían conocido para conformar esta comunidad de vecinos. Cuando Aquí no hay quien viva pasó de ser el proyecto de una 'sitcom' de dos casas a ser la serie de un bloque entero, debido a la duración de más de una hora de los episodios, obligó a sus creadores a conocer mejor cómo funcionaba la convivencia vecinal para trazar más tramas.
En principio el ego de ser presidente de una comunidad de vecinos no estaba contemplado en los primeros guiones. Las situaciones se basaban en que nadie quería asumir la responsabilidad. Pero el gag recurrente se cambió al hablar Caballero con administradores de fincas que le revelaban la realidad de los bloques de vecinos españoles.
Los administradores señalaron a los guionistas que ser presidente de la comunidad era algo muy importante en bastantes bloques. Ostentar la presidencia era una cuestión de orgullo para algunos vecinos que desde allí irradiaban sus frustraciones de protagonista que no tenían en el ámbito del trabajo y de la propia familia. Había presidentes que se tomaban muy en serio el cargo y lo defendían con uñas y dientes. De esta manera surgió la personalidad de Juan Cuesta-José Luis Gil. "Incluso hay presidentes de comunidad que lo ponen en su tarjeta de visita, es un cargo que lo es todo para ellos", le informó un administrador de fincas a Alberto Caballero.
No había que hablar más: Juan Cuesta sería un presidente cuya vida giraría en torno a las normas para dirigir la vida de sus vecinos.
Gil triunfó con este papel y continuó con la productora de José Luis Moreno cuando hubo que cerrar el proyecto de Antena 3 y trasladarlo a Telecinco con La que se avecina. Para Mediaset fue Enrique Pastor, concejal de Juventud y Tiempo Libre, con muchos rasgos coincidentes con Cuesta. Un ictus ha impedido que Gil prosiga con su personaje, que no aparece en las dos últimas temporadas de La que se avecina.
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