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'Nos vemos en otra vida', los atentados del 11M en una serie imprescindible

Opinión

Los hermanos Sánchez-Cabezudo (Crematorio) elaboran una ficción con textura de documental sobre quienes facilitaron la dinamita a los terroristas

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Tráiler de 'Nos vemos en otra vida'

Los hermanos Jorge y Alberto Sánchez-Cabezudo apenas se han prodigado por las plataformas a lo largo de estos quince años desde que crearan la excelente serie Crematorio,que evocábamos por aquí hace unos días. La adaptación de la novela de Rafael Chirbes está en forma para ser revisitada. La siguiente ficción que prepararon, para Movistar, La Zona es un cuento de terror apocalíptico que llegó casi en vísperas de la pandemia. No cuajaba. Será cuestión de revisitarla más adelante.

La personalidad del dúo permitía esperar con paciencia e interés el siguiente proyecto, recién aterrizado y en el contexto más idóneo, Nos vemos en otra vida. La serie de Disney + (en el sello Star) trata sobre el 11M desde cómo se gestó por parte de los descerebrados que suministraron la dinamita a los terroristas. No defrauda. Tiene mirada de documental. Como si estos tristes desalmados, víctimas de su propia miseria, hubieran tenido una cámara en el cogote.

Para esa textura de dias grises, oscuridades y dignidad de suelo de cocina los Sánchez-Cabezudo fueron hilando el libro de Manuel Jabois y por momentos aparece así en el seguimiento a Baby, el menor de edad en el momento de los atentados.

Nos vemos en otra vida es áspera y sólo podía ser así. Cuida a los inocentes que murieron. A ese carácter de documental le ayudan los actores, poco conocidos en su mayoría. El Baby adolescente, con su párpado tan derrotado como su alma, lo interpreta un auténtico prodigio como Roberto Gutiérrez (Quim Ávila enlaza con el papel en la edad adulta). Pol López construye con naturalidad al bipolar Emilio Trashorras, un kamikaze de callejón, el personaje más complejo. Y Tamara Casellas, madre de Baby, sacudida por un mundo de cochambre.

Un libro como el de Jabois estaba llamado a ser una gran serie. Lo es. Otra cuestión sería si su versión de los hechos está incompleta. Asomarse a esta historia es el lamento colectivo de por qué diablos fue tan fácil que montaran un atentado así.

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