'Tu cara me suena', las razones por la que está por encima del resto de la parrilla nocturna
¿Quién ha sido el ganador?
El talent de los imitadores ha llegado a la final de su décima edición
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Tu cara me suena se despedía anoche con su final que se retrasaba en una semana para no coincidir con el final de Deluxe en Telecinco. Pese a todo, el refrito de las galas anteriores tuvo más audiencia que el espacio del corazón en su última boqueada.
Uno de los valores que tiene el formato de Gestmusic es que sus actuaciones, que pueden ir de la clonación brillante al gag cómico (a veces involuntario) grotesco, admiten redifusiones, ediciones y formatos mix en los que se programa una y otra vez los momentos del programa. Como se demostró el viernes anterior, Tu cara me suena puede ser exprimido de muchas maneras y siempre funciona, dentro de las audiencias que puede dar un viernes.
Y es una muestra del buen momento de audiencia de Antena 3, con una estrategia que ha madurado con los años perfilando talents como éste. En el concurso de imitadores todo está ya engrasado, el jurado, el presentador y cada participante sabe desde el primer momento a qué juega. Tal vez puede ser considerado a la vez un defecto: cada concursante comienza sabiendo a qué está destinado y el clonador, la selección de sus imitados, sigue una línea similar en la mayoría de las actuaciones.
No hay demasiado margen en la clasificación desde el primer día. Y no se da la gran evolución de otros talents tipo La Voz o MasterChef. Pero a Tu cara me suena no le urge, en realidad. Los cantantes profesionales van a hacer siempre gala de más habilidades respecto a los que son actores, presentadores o humoristas (a éstos a veces el clonador es demasiado cruel, por muy mantas que sean en cuestión vocal).
Tu cara me suena es esperado cada temporada y cada viernes. Un hábito para millones de espectadores. Es decir, es un clásico, algo difícil de conseguir.
Sólo un puñado de formatos de gran entretenimiento en la historia de la TV en España están a la altura de estos imitadores. Uno de ellos, Grand Prix, regresa este lunes a La 1. Sin vaquillas, su ingrediente icónico, tiene la misión de volver a conectar con todas las generaciones.
Respecto a la final de anoche, la favorita era Andrea Guasch, pero estaba claro que iba a ser una final reñida y la ganadora por estrecho margen ha sido Miriam Rodríguez, que tocando el piano en vivo, como Lady Gaga con Always remember us this way se proclamó ganadora. Miriam obtuvo el primer puesto según el voto del público en el plató con un 35%, frente al 34% que se decantó por Guasch, que imitó también de forma brillante a Beyoncé, con la gaditana Merche, tercera.
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