La serie 'Rapa' merece verse por estas razones convincentes
Intriga detectivesca
Este reciente estreno de Movistar Plus + es una de las recomendaciones de cara al fin de semana
Los hermanos Coira, expertos en tramas policíacas, se alejaron de las brumas gallegas para zambullirse en la apartada y soleada isla del Hierro. El componente rural y marítimo, pese a que se ambientaba en el rincón canario más tranquilo, tenía mucho de galaico entre las pulsiones de la jueza a cargo de Candela Peña y el familiar-sospechoso-patriarca a cargo de Darío Grandinetti. Formaron una acertada pareja.
En la nueva serie de Movistar Plus +, con Pepe Coira y Fran Araújo de creadores, esas premisas permanecen en Rapa. De alguna manera es una prolongación de Hierro, donde ahora sí es Galicia en este caso el paisaje, el subtexto, el protagonista permanente. Las investigaciones corren a cargo de un enfermo profesor, empujado por un asesinato que vive en primera persona, y una guardia civil que es distinta en carácter pero que encaja con el detective aficionado en esta aventura.
Javier Cámara, el profesor, se ensancha en un personaje donde la comedia es mínima y el espectador le acompaña entre reveses íntimos y lo que él entiende por afectividad hacia su compañera de pesquisas. Mónica López, fogueada en personajes secundarios, insufla espíritu a un personaje que en manos menos expertas se quedaría en cartón complementario.
Los seis capítulos de Rapa casi arrastran al visionado conjunto, una historia que pese a que el arranque parece situarse arriba en intensidad, el ritmo no decae y se desarrolla alimentando con sustancia todo lo que son interrogantes, sospechas, dudas. Esta nueva pareja entre la melancolía gallega (y los rencores larvados) funciona.
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