'La resistencia' se rinde ¿merece la pena fichar a David Broncano?

El presentador y cómico jiennense David Broncano pasaría la próxima temporada al access prime time de La 1 tal como estaría cerrando la productora El Terrat. Broncano estaría a punto de dejar Movistar Plus +, plataforma donde La resistencia, late show diario, es el contenido propio de entretenimiento con más repercusión, en audiencia y redes.

Sin tener datos estratosféricos en audiencia total (la décima parte de espacios nocturnos en abierto) Broncano tiene un lugar de privilegio en especial para los jóvenes espectadores, con un contenido bajo demanda y en píldoras de vídeo muy destacado en sus incondicionales.

Esa posición 'viral' es la que ha llevado a TVE a interesarse de forma muy viva por Broncano, que daría ese paso tras las vacaciones de verano.

También estaría abierta la puerta de Mediaset España si definitivamente deja Movistar Plus +.

En principio se contempla ese fichaje a punto de culminarse en RTVE para incorporarlo como competencia de El Hormiguero, un rival directo de Pablo Motos aunque el espacio de Atresmedia parece intratable en número de espectadores en su primera franja de prime time.

Broncano al menos supone un valor añadido propio en la cadena donde vaya a recalar, pero no es en estos momentos una opción que garantice audiencia como para volcar en los hábitos de la franja de noche. De hecho tras más de quince años de El Hormiguero en ese horario se necesita un plazo de varios años para que un formato, en otra cadena, logre cambiar las tornas. Incluso trazar un plan para derrocar a El Hormiguero como único objetivo de cualquier formato no es una buena idea. Cuentos chinos, hace unos meses, duró un puñado de días.

Si se ficha a Broncano no se trata de cuestión de urgencias en las cifras. Su presencia sería para atraer un público joven a la cadena pública, a Mediaset, porque ya ha creado su parcela, su nicho, con posibilidades de futuro. 'Fabricar' a Broncano como un fenómeno generalista requiere tiempo e implicación del propio showman, que tiene que pulirse y revisarse de cara a una nueva misión en la pantalla.