Las redes lucen el #AdiósFerreras para ensalzar a Jesús Cintora
Opinión entre la información
Unidas Podemos ya tiene en 'Las cosas claras' el programa que necesitaba en La 1. 'Al rojo vivo' llevó hoy a Rodríguez Zapatero mientras que el nuevo espacio de TVE abría con Fernando Simón
No son las cloacas, sino las estaciones de bombeo de las redes sociales, las que están desalojando por los sumideros pluviales la etiqueta #AdiósFerreras, augurando que el reinado en la sobremesa de Al rojo vivo tiene los días contados ante su sucedáneo en la cadena pública. Mas periodisney. Ha regresado Jesús Cintora, para hacer en La 1 una especie de 're-tuerka', el programa que exigía Unidas Podemos a la administradora única, Rosa María Mateo.
Ese espacio se llama Las cosas claras, un formato ágil en lo narrativo que recorre ansioso los temas de portada y los temas que les interesan airear. Las cosas claras es aparentemente brioso en las discrepancias políticas, pero teledirigido en su fondo editorial para que terminen predominando los temas que interesa a la agenda de Pablo Iglesias. Cintora vuelve a ser su altavoz.
No juegan con las cartas tapadas, precisamente. El rey emérito salió a los 16 minutos (se tardó media hora en hablar del pacto del Gobierno con Bildu) y don Juan Carlos fue uno de los asuntos de la tertulia tras una entrevista con el juez Castro.
Si el de Soria tardó 16 minutos en cebar con las opiniones con el juez es porque el programa tenía que abrir con una entrevista atropellada con Fernando Simón, que para eso al portavoz virólogo del Gobierno los colegios médicos piden su cese. No dijo nada nuevo. En verdad Simón, como sabemos, no suele decir nada.
Ferreras había dado la bienvenida a su ex compi en la SER llevando ese lunes a Rodríguez Zapatero. Ambos programa realmente se van a confundir de cara al zapeador.
Y para que la ideología prenda, que es lo que quiere hacer Unidas Podemos en La 1, la opinión tiene que estar revestida con muchos datos. Aluvión de cifras del coronavirus (con preocupación “por los abuelitos”, los espectadores de TVE) y por supuesto amplia extensión del apartado meteorológico (la información que no admite interpretaciones parciales).Ahí entraba con chromas el amable Jacob Petrus.
Es decir, primero le comentamos a usted las temperaturas en la Cornisa Cantábrica y a continuación exponemos en el cadalso a la monarquía, la oposición y todo lo que pueda ser tildado de facha. Y para que eso funcione con más eficacia, lo más aparente es tener opinadores de derecha. Hay periódicos que parecen viveros de discrepantes y que por sus vehemencias terminan resultando antipáticos ante los espectadore, que se terminan decantando por la mayoría de la mesa, más calmada y en apariencia convincente.
Pese a la musiquilla de flauta que ponían de fondo, al rato ya estaba Javier Aroca quejándose de la periodista de ABC, montando ese espectáculo de crispación que a estas alturas ya nos causa más lástima que interés. Por supuesto que no faltaba una conexión con Pedro J. Lo más valioso del programa, la entrevista con el convaleciente Ernesto Ekaizer, desde el hospital madrileño donde es atendido por coronavirus.
Cintora, un tipo del que no hallarán compañeros que le califiquen de buena persona, vive de su ego y si ven su programa tendrán que acostumbrarse a que hable de sus orígenes rurales sorianos, que eso le disfraza en un persona afable y cercana.
Podemos ya tiene su programa y José Miguel Contreras, el productor, reanima su cuenta corriente, a fuerza de adoctrinar mientras Jacob Petrus habla de anticiclones.
Las cosas claras, ideología submarina aparte, es un programa que nace con músculo. Debería de haber profesionales en TVE capaces de hacerlo, pero lo fácil ha sido externalizarlo.
La interrupción de veinte minutos del información autonómica se antoja que es un lastre. Pero eso lo van a arreglar Cintora y Contreras en la próxima llamada que hagan a la Moncloa.
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