Raticulín: Crónicas del planeta invisible de Carlos Jesús

Ensoñamos el planeta del fallecido Carlos Jesús. Todo lo que leas a continuación es ficción y un homenaje a uno de los personajes más curiosos de la TV de los 90.

Muere Carlos Jesús, uno de los personajes más icónicos de la televisión de los 90

Recreación del planeta Raticulín
Recreación del planeta Raticulín / M.R.M/IA

En un rincón remoto de la galaxia Z-42, más allá de las nebulosas eléctricas y los agujeros de gusano cantores, flota el misterioso planeta Raticulín, el planeta del fallecido nazareno Carlos Jesús. No aparece en mapas estelares, ni responde a señales de radio convencionales. Su atmósfera está compuesta por vapor de cuarzo líquido y partículas de memoria estelar, capaces de almacenar pensamientos de seres vivos que pasaron cerca.

Geografía y Paisaje

Raticulín no es esférico. Su forma es inestable, parecida a un cristal flotante que late con vida propia. Sus montañas crecen de noche y desaparecen al amanecer. Los mares son de un líquido plateado que refleja no lo que está encima, sino lo que podría haber estado.

Las ciudades de Raticulín flotan como medusas gigantes. Los edificios están hechos de luz condensada y su arquitectura cambia de forma en función de los recuerdos de sus habitantes.

Habitantes

Los raticulianos son seres de energía translúcida. No tienen boca ni ojos, pero se comunican mediante vibraciones en el aire. Captan las emociones humanas desde miles de años luz y las almacenan en esferas flotantes llamadas mentafocos.

Su tecnología está basada en la empatía: no funcionan los motores, ni la electricidad, ni la pólvora. Todo lo mueve la intensidad emocional de sus habitantes: tristeza para calentar las casas, alegría para iluminar las calles, curiosidad para abrir puertas.

Misterios

Según cuentan los viajeros galácticos más osados, Raticulín solo se muestra a aquellos que ya no creen en nada. Es un planeta que se revela a los escépticos como último refugio para los que han perdido la fe en lo imposible.

Dicen que si logras pisar Raticulín, tu sombra se queda allí para siempre, caminando libre y sin dueño, explorando el universo por su cuenta.

***Esta pieza es ficción realizada con la ayuda de la IA, como una ensoñación en homenaje a Carlos Jesús, entrañable personaje sevillano de los años 90***

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