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La nueva rotonda de Nervión no convence

La radio redonda

Onda Cero cumple 25 años en antena. Luis del Olmo o José María García forman parte de su historia.

Carlos Alsina y Juan Ramón Lucas, actuales matinales, a mediados de los 90.
Francisco Andrés Gallardo

26 de noviembre 2015 - 05:00

Tras la expansión de los 80 a raíz del 23-F y el descubrimiento popular de la FM la radio española vivió sus más brillantes años cuando se galvanizaba de normalidad la transición. En los años 90 el panorama se presentaba diverso y emocionante para los oyentes: la SER del Grupo Prisa, una pujante Antena 3 (que estaba pinchando en su proyecto de televisión), la COPE pilotada por Luis del Olmo y Encarna Sánchez, Radio Nacional... y en esas apareció la llamada "la última gran cadena de radio de nuestro tiempo". Con postes adquiridos de la Rueda Rato, de la familia ídem, y de otras licencias, la ONCE, que por entonces era accionista de la Telecinco de Berlusconi, fundó su propia red de emisoras y de ahí el nombre: Onda Cero.

Como símbolo, sendos ceros con los colores contrastados en blanco y negro, a modo de yin y yang horizontal, ideado por Javier Mariscal, padre de Cobi. Y de color, el verde, bastante antes de que lo adoptara La Sexta en la televisión. Hoy ambas cadenas, surgidas desde puntos distantes en tiempo e ideología, forman parte del grupo Atresmedia, que se viste de fiesta con estos 25 años de su principal cadena de radio, la que se despierta con Carlos Alsina, uno de sus baluartes históricos, en Más de uno. La radio redonda como su logotipo originario y con vocación plural, Onda Cero amaneció el 26 de noviembre de 1990. A las seis de la mañana Ángela Bodega daba los buenos días. Luis de Benito, hasta poco antes conductor del Telediario 2 tras haber forjado durante años el emblemático España a las 8 de RNE, era su director. Alfonso Arús con sus parodias de Arús con leche era el programa despertador (con la llegada de Luis del Olmo pasaría a Prisa) y el resto de voces estelares eran las de Andrés Aberasturi, Lourdes Zuriaga y la taurina Mariví Romero. En la parrilla fundacional estaba el conductor del nocturno La rosa de los vientos, el fallecido Juan Antonio Cebrián, un símbolo en sí mismo de esta ondulada historia de Onda Cero.

Los primeros meses de tanteo llevaron a la ONCE a apostar bien fuerte poco después. Para su primera temporada completa la cadena se hizo con los servicios de Luis del Olmo y su Protagonistas, con un contrato de 600 millones de pesetas anuales, un fichaje galáctico en una emisora a la que se fueron sumando Ernesto Sáenz de Buruaga o un impulsivo joven de la SER, Juan Ramón Lucas, que se puso al frente de La brújula que terminaría orientando Concha García Campoy bajo el nombre de Noche de radio, tras tantos fines de semana en la SER y ser testigo de la triste recta final de la Antena 3 Radio, líder de audiencia en 1991, adquirida por Prisa. Juan Pablo Colmenarejo sería otro de los nocturnos.

Otro nombre fundamental en la radio generalista, José María García, vivió sus últimos años de titular noctámbulo en Onda Cero. Con su portazo en Antena 3 junto a Antonio Herrero recaló en la COPE donde terminó perdiendo el liderazgo de las almohadas ante José Ramón de la Morena y que ya no podría retomar. García se despedía de las noches en Onda Cero en 2002 y lo relevó, por cierto, Manu Carreño, pompis inquieto donde los haya.

La entonces televisiva Julia Otero se convirtió en la estrella de las tardes desde su magacín en Onda Cero. Su primera etapa concluyó de forma abrupta en 1999 cuando Telefónica, la que se trajo a Supergarcía de la COPE, adquirió la cadena. Marta Robles desperdició el legado de la tertulia vibrante de la gallega que retomó Julia en la onda ya en la actual etapa de Atresmedia. El grupo Planeta adquiría en 2003 la cadena de radio de Telefónica tal como había pasado con la de televisión, Antena 3. En este caso la operadora de telecomunicaciones incurría en incompatibilidad al formar parte del accionariado de Sogecable, principal rama de Prisa.

Javier Ares, la voz deportiva que aguantó la marcha de García en Antena 3 Radio, es otro de estos nombres históricos que forma parte de la parrilla actual de la casa, en los fines de semana deportivos, días que abre Isabel Gemio con Te doy mi palabra y donde está también la veterana viajera Esther Eiros. David del Cura ha sido la última incorporación, a La brújula dejada por el ahora matinal Carlos Alsina.

El último gran cambio vivido en Onda Cero se producía la pasada primavera con el acuerdo con Carlos Herrera para que abandonara el matinal ante su siguiente fichaje por COPE. Atresmedia retomaba a Lucas, que fue conductor matinal de RNE entre 2007 y 2012, con la llegada del PP al frente de RTVE.

Herrera en 2004 y que entonces animaba las tardes, había tomado el testigo de Protagonistas de Luis de Olmo. Durante diez años el almeriense adoptado por Sevilla condujo Herrera en la onda, gran pieza de un mosaico plural entre Otero, Alsina, Gemio e incluso con otro dúo imposible de tener quieto, Gomaespuma.

Las noches deportivas son de un joven vitoriano, Héctor Fernández y ya a las tantas, uno de esos secretos de los noctívagos, el humor de La parroquia del Monaguillo, con Sergio Fernández (aunque sea más conocido como El Mona). Con sus dos millones y medio de oyentes Onda Cero puede redondear feliz estas bodas de plata.

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