El privilegio catalán a costa de TVE
La producción de la cadena pública
Programas con Gemma Nierga, Xavier Sardá, Silvia Abril y Martina Klein están entre los exclusivos para la audiencia catalana
Se desviste el santo de los contenidos de La 2 a nivel nacional para dedicarse ese esfuerzo sólo para Cataluña
El 16 de junio de 1988 Documentos TV emitió una entrega de producción propia que, excepcionalmente, hablaba de la propia TVE y de su futuro inmediato. Las televisiones privadas y autonómicas estaban a las puertas y el ejercicio de autopromoción era casi obligado.
En aquel trabajo, del que ya han transcurrido casi 34 años, se decía que el centro de producción de Sant Cugat del Vallés, además de los numerosos programas destinados a todo el resto de España, producía nada menos que ocho horas diarias de programación en catalán, que los espectadores podían disfrutar en las correspondientes desconexiones.
Tras el nombramiento como director del centro de producción de TVE en Cataluña del reconocido Oriol Nolis, y de jefa de comunicación a la impecable Marta Cáceres, la nueva programación que él ha vertebrado echó a andar el pasado 10 de enero.
En ella siguen primando, como en décadas pasadas, las desconexiones diarias, sobre todo en La 2, para que desde primera hora de la mañana la audiencia de las cuatro provincias catalanas pueda disfrutar de unos contenidos no sólo en catalán (con documentales y películas traducidos a esta lengua), sino con una amplísima producción propia que se genera día a día en Sant Cugat.
Por un lado, continúan los programas de Gemma Nierga (dos horas de magacín en directo) y Xavier Sardá (una tertulia semanal de dos horas en semidirecto).
Por otra, destacan las incorporaciones de Silvia Abril en un programa viajero que recorre los pueblos catalanes en busca de las recetas más genuinas, y de Martina Klein en un espacio que reivindica el medio ambiente. El cultural diario Puntos de vista amplía su duración.
No habría nada que objetar a esta amplia oferta si no fuese por dos matices. Primero, se trata de una clara discriminación positiva hacia Cataluña, puesto que el resto de comunidades, tengan o no lengua propia, no poseen ni una triste desconexión más allá del informativo territorial, que en según qué épocas es brevísimo. Y segundo, no deja de ser paradójico que mientras la cadena que acoge toda esta programación que acoge las desconexiones catalanas, La 2, está poco menos que desmantelada en sus emisiones nacionales, sus recursos se empleen para producir programas para TVE-Catalunya.
Ejemplos concretos: Sant Cugat producía el magacín diario de dos horas Para todos la 2 (que ahora es un semanal de 30 minutos). O la revista diaria Tips. Se desnuda un santo para vestir otro. Pero el santo que se desnuda es el estatal, y el que se viste (Café de ideas de Nierga, Obrim fil, Abramos hilo de Sardá) es el autonómico.
Insisto: por supuesto que tienen derecho en Cataluña, pero es que estamos hablando de una televisión pública estatal que no anda precisamente sobrada de recursos. Y de una cadena, La 2, en donde mientras los catalanes ven su programación, el resto de españoles nos resignamos con un anodino menú lleno de documentales y repeticiones.
Llama la atención que nadie eleve la voz ante esta situación.
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