El momento sorprendente en la piscina olímpica que dio la vuelta al mundo

El nivel de los deportistas de élite frente a los ciudadanos medios quedó en evidencia este domingo con la aparición de un sorprendente nadador poco antes de una de las pruebas previstas. Los Juegos Olímpicos de París están dejando, como en otras ediciones, decenas de imágenes imborrables en cada jornada y este espontáneo nadador va a ser una de las grandes anécdotas de este acontecimiento, más cuando el público de la piscina olímpica aguardaba a la estrella francesa, León Marchand. El nadador galo ya ha obtenido su primer oro de manera contundente, co el júbilo de los asistentes, que aguardaban un éxito asi.

Los asistentes al Centro Acuático de París también aplaudieron ayer a este nadador con cierto sobrepeso (no mucho, la verdad, echando una ojeada a nuestras playas) y con un estado de forma distante al de los profesionales que compiten.

El público estaba pendiente de esta aparición. El nadador espontáneo, con su ajustado bañador de colores, era un ayudante del jurado, un miembro de la organización, que se desvistió para zambullirse durante unos segundos. Debía recoger un gorro de baño blanco que se había dejado olvidado un participante estadounidense anterior. No debe haber nada en el vaso de la piscina durante las pruebas y así se ejecutó a toda prisa, minutos antes de reanudarse el calendario previsto. En el vídeo de Eurosport, cadena que está ofreciendo en directo todos los eventos dentro de la plataforma Max, lo contaba así en la versión francesa.

El público jaleó con buen humor al azorado miembro dle jurado que llevó con resignación obligada el estado de broma en que se encontraba el personal ante esta insólita intrevención entre prueba y prueba. Un breve tono cómico entre la formalidad de unos nadadores que se juegan en pocos minutos el trabajo de estos tres años de preparación.