"No siento las piernas", la siguiente 'Pesadilla en la cocina' es en un patético bar militar
Una ocurrencia bélica
Tras El Callejón de Algeciras el programa de Alberto Chicote viaja a Valencia en el establecimiento más cutre en muchas temporadas
Tere, de El Callejón de Algeciras, el caso "más difícil" al que se ha enfrentado Alberto Chicote
Alberto Chicote acaba llorando en este bar de Algeciras, su siguiente 'Pesadilla en la cocina'
Un maniquí vestido de recluta, pero con la cabeza de globo. Es difícil crear una estampa más desconcertante para un cliente que entre en un bar, en un restaurante. Lo de Valencia tras El Callejón de Algeciras entra en niveles insondables. Pesadilla en la cocina intenta salvar un bar militar pero tiene poco por dónde hincar el diente para que tenga visos de superación. Ojo con los spoilers para los que quieren reservarse las sorpresas con el espacio de Alberto Chicote en La Sexta.
Tras el "difícil caso" en tierras algecireñas con el propietario de El Callejón y la cocinera, su madre, ahora le toca el turno a un cocinero africano, Mamadou. Pero el cocinero no es el mayor problema ni es el culpable del cutrerío y desconcierto de alrededor. Hace paellas con arroz de grano largo, pero es por la materia prima, del día a día, que le sirve el propietario, José.
Este valenciano fue el que tuvo la idea de crear un bar con temática militar y que todo girara en torno al ejército, con soldados peliculeros, incluido Rambo como inspiración. Las ocurrencias de José se llevan por delante a su relación personal con Silvia, su novia que conoció en las redes. Una pareja que va a saltar por los aires por el caos de su trabajo, entre carteles taurinos, fotografías bélicas y, sobre todo, una cocina que no es tal, sino que entre cubos de basura está en pleno comedor. Mamadou hace showcooking, pero no es porque su trabajo sea espectacular, sino porque no tiene más remedio que cocinar delante de los clientes que van pasando por delante.
El restaurante valenciano que aparece en el siguiente Pesadilla en la cocina se llama 100 Quintos de Zapadores, un homenaje a la mili que quería hacer su propietario y que es un absoluto despropósito.
De lo peor de este programa, la presentación del propio José ante Chicote. Llega en un vehículo a su bar y se baja vestido de camuflaje cutre, con melena negra de todo a cien y sólo se le ocurre remedar a Rambo (al Rambo caricatura de Esta noche cruzamos el Mississppi con un "no siento las piernas" a Chicote. A partir de ahí la Pesadilla va a peor. Lo de El Callejón de Algeciras se queda casi en anécdota.
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