'La peste', un lujo del catálogo de Movistar +
Producción propia
La serie de Rafael Cobos estrena segunda temporada en el Festival de Cine Europeo de Sevilla y calienta motores de cara a su emisión en la plataforma este viernes
El Paseo Marqués de Contadero se convirtió este lunes en el marco de presentación en Sevilla de la segunda temporada de La peste. Una ficción propia de Movistar +, la más ambiciosa de su primera tanda de proyectos, que prosigue sus historias en la Sevilla del siglo XVIcon más acción y con la mafia de La Garduña infectándolo todo. Los dos primeros capítulos de la nueva andadura de la serie se han preestrenado este lunes en el Festival de Cine Europeo de Sevilla.
Una ficción ‘local’ que vuelve a dar la vuelta al mundo y con ello de Rafael Cobos como showrunner y su compañero Alberto Rodríguez firmando las dos primeras entregas.
El director de Territorio Sur de Telefónica, Jerónimo Vilchez, presidía esta puesta de largo de la ficción histórica ante los sevillanos y que se extienden por otros seis episodios de 50 minutos. Las dos primeras entregas se exhibían anoche en el Teatro Lope de Vega, donde quedó plasmado el carácter más aventurero y de intrigas de una ‘peste’ “más luminosa”. Este próximo viernes se estrenan íntegros los nuevos episodios.
Pablo Molinero vuelve a ser el protagonista en la prolongación de la historia. Su personaje, Mateo, regresa de América cinco años después y se encuentra con su hijo Valerio, a cargo de Sergio Castellanos, noble que se encarga del negocio familiar de Teresa (la premiada Patricia López de Arnaiz). En torno al trío inicial se extienden las tramas de conflictos e intereses en la ciudad capital del mundo por el suculento comercio americano.
“La serie conserva su intención estilística, pero sí ha habido una corrección seria de planteamiento a la hora de llegar al espectador”, abordaba Rodríguez este lunes a los medios en el photocall con el elenco de la serie. El cineasta de La isla mínima recuerda que en la primera temporada concibieron detalles que después se enfrentaron al visionado de muchos espectadores en pequeñas pantallas, amén de los defectos de sonido. En la continuación la experiencia ha sido un grado para encontar una continuidad más trepidante y con más luz natural. “Creímos que el espectador lo iba a ver en el salón de su casa en las mejores condiciones posibles, con las luces semiapagadas y una buena pantalla”, reconoce el director de los dos primeros capítulos. Por agenda de trabajo David Ulloa se ha encargado de otros cuatro. En todo caso los directores han conbecido un visionado en las condiciones más adversas para que no pierda ni un ápice el disfrute de una historia protagonizada por la mafinal local, La Garduña, malos que vienen a intoxicar aún más el ambiente.
Con La peste es la primera vez que el Festival de Cine Europeo de Sevilla se abre a las series de televisión y lo hace con una ficción andaluza que ya dejó su impronta en la primera temporada hace algo más de año y medio, convirtiéndose en emblema de Movistar +. La producción propia de la plataforma de Telefónica prosigue firme en esta apuesta, con títulos como El embarcadero, Instinto o la más reciente, Vida perfecta, premiada en Cannes, protagonizada y dirigida por Leticia Dolera.
Con la nueva temporada “hay más preguntas y más posibilidades de dejar historias abiertas”, expone Rafael Cobos, que ha asumido la ficción con una historia más novelada y que tendría pendiente una tercera temporada según la acogida que tenga en estas semanas. La primera temporada de La peste fue la ficción propia más vista de Movistar + y parece que esta continuación seguirá esos pasos.
Sobre el origen de La Garduña, como hampa del submundo de la inquieta ciudad comercial, Cobos aclara que es una licencia literaria, más ficción y aventura que un rastro en la historia. “Nosotros le hemos dado cuerpo tirando de imaginación”, agrega el showrunner sobre este nacimiento. En los nuevos episodios el productor ejecutivo resalta “el duelo por el poder entre el institucional, que representa el cabildo hispalense, y el que está por debajo, que mueve los hilos de la delincuencia, y cómo ambos se necesitan, no hay uno sin otro”, como tablero de las intrigas que recorren esta Sevilla imperial, ficticia, luminosa y que mastica de inquietudes e intrigas por sus calles.
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