La oportunidad perdida de Blas Cantó

Si algo ha enseñado el parón que provocó el confinamiento es que hay que reinventarse y que siempre quedan segundas oportunidades con las que dar lo mejor. Disfrutar más los momentos que se quedaron en el camino y aprovechar para reflexionar y mostrar lo mejor de nosotros mismos en cada situación es parte del aprendizaje que ha dejado la situación más complicada. Aunque no siempre se consigue dar esa vuelta de tuerca con la que brillar más. Y eso es lo que le ha sucedido este sábado a Blas Cantó.

El cantante murciano tenía la mejor de las situaciones para firmar una presencia sobresaliente en Eurovisión. La elección de este artista para representar a España en el Festival el año pasado fue una de las mejores de los últimos tiempos. Un chico joven, con carisma, vozarrón y con capacidad de convertir en espectáculo cada una de sus actuaciones que realiza eran las grandes bazas para firmar una presencia más que notable en un evento que a nuestro país casi siempre se le resiste. Así que seguir contando con él para el concurso ha sido todo un acierto. Pero en lugar de convertir Eurovisión 2021 en la oportunidad de mejorar lo que iba a ser Eurovisión 2020… ¡Error! Para esta cita, su nueva canción no era tan potente como la anterior.

Universo era la canción con la que Blas Cantó iba a representar a España en el cancelado Festival de Eurovisión del año pasado. Un tema de pop electrónico con cuya voz conseguía un resultado espectacular. Además, su ritmo hubiera permitido una puesta en escena con muchas más posibilidades que la de este año.

Este sábado se ha subido al escenario con Voy a quedarme, una balada muy emotiva pero que previsiblemente no ha llegado demasiado alto. Al menos no en las puntuaciones.

La canción es bonita, emocionante, hace un recorrido por la nostalgia que siente Blas Cantó por su infancia y por momentos tan duros como el reciente fallecimiento de su abuela. Pero para las aspiraciones que hay que tener en Eurovisión se queda corta. Tan solo hay que recordar las esperanzas que había en que Amaia y Alfred firmaran una actuación brillante, y lo hicieron, y finalmente acabaron en la parte baja de la lista.

Si a esto añadimos que Blas Cantó actuó en la mitad o que tenia rivales tan potentes como los representantes de Francia, Malta, Italia, Suiza, la misma Islandia… Las esperanzas por verle en la parte alta de la lista eran mínimas. Al menos seguro que más allá de la posición y de la canción elegida, ha deja dobuen sabor de boca con su participación.

Su entrega, su profesionalidad y su voz le convierten en uno de los representantes más acertados de los últimos años. Una pena el quedarnos con las ganas de saber qué hubiera pasado si hubiera cantado Universo en 2020.