La olvidada serie donde aparecía el novio secreto de Chanel

La cantante Chanel se ha tomado unas más que merecidas vacaciones, junto a todo su equipo, y ahora le corresponden unas jornadas de descanso junto al mar. La intérprete de SloMo, con un tercer puesto en Eurovisión que ha sabido a victoria, dando ilusión a todos los espectadores españoles se encuentra de descanso en Mallorca, donde ha sido captada por un medio local, Última Hora.

Enseguida ha surgido los comentarios sobre quién es la pareja de Chanel Terrero, sobre la que había guardado toda la discreción a lo largo de estos meses de preparación de cara a la participación en Turín. Su novio actual es Bastian Iglesias, un artista de musicales que tiene una trayectoria similar a la de la actriz y bailarina barcelonesa.

Dos personas con mucha vocación por la música. Ambos tienen sendas carreras profesionales centradas en la música en todas las vertiendes. Bastian es conocido en el mundo artístico como Afkar y también es productor musical, dj y compositor. Se autoeditó un sencillo en 2020, titulado Dosis y posteriormente compuso el tema Mucho te falta.

El anterior amor de Chanel era el actor y músico Víctor Elías, conocido desde niño por su papel en Los Serrano. La relación con Elías terminó pero al cabo de los años Chanel mantiene una cordial relación con la actual pareja de Ana Guerra.

¿Quién es Bastian Iglesias?

Bastian Iglesias es de la localidad madrileña de Coslada y según relataba en entrevistas tuvo unos primeros pasos difíciles por los obstáculos económicos en su familia, trabajando en labores de descarga de camiones.

Su gran oportunidad le vino en televisión con la serie de Cuatro Dreamland, uno de los estrenos que más cuidaba Mediaset en 2014 y que sin embargo no tuvo mucha forturna. A modo de Un paso adelante, en Dreamland se seguía la convivencia de un grupo de estudiantes en una academia musical, donde desbordaban en todas las disciplinas. El proyecto pinchó y no obutvo notoriedad en la primavera de dicho año.

Dreamland acabó por emitirse pasada la medianoche y lo que estaba pensado como un fenómeno juvenil pasó al olvido.

A Bastian, que era Alan, la fallida ficción le sirvió para darse a conocer a nivel popular (poco, hay que reconocerlo) y a ampliar su visión para nuevos proyectos.