'Yo, Ocaña', el retrato de un pionero, la impresión de un tiempo

Semblanza

'Imprescindibles' cierra temporada este domingo con la semblanza del recordado 'performer' de Cantillana, divisa fantasiosa de la inquieta Barcelona de la Transición

El programa que descubre una figura sevillana poco conocida

La triste advertencia de Patrimonio sobre el regionalismo sevillano

0caña en una foto de sus caracterizaciones / RTVE
Santi Rojas

29 de junio 2024 - 08:31

Imprescindibles ofrece este domingo a las 21.30 en La 2 su última entrega de la temporada y lo hace en torno a la vida del sevillano José Pérez Ocaña, performer, pintor, artista, uno de los iconos más emblemáticos del colectivo LGTBI en España durante décadas. Con motivo de la celebración del Día del Orgullo y dentro de la programación especial se programa esta producción propia de RTVE escrita y dirigida por Gemma Soriano y Pilar Granero. Un documental que aporta nuevos datos, algunos rescatados del archivo propio y otros prácticamente inéditos que permiten acercarse a la figura de Ocaña.

Yo, Ocaña presenta la Barcelona del tardofranquismo donde se gestó la figura del protagonista, ciudad que se convirtió en la capital cultural de España e Iberoamérica. “El camino hacia la democracia hizo temblar los cimientos de la cultura más académica y el epicentro de ese seísmo se focalizó en las emblemáticas Ramblas barcelonesas. Fue allí donde emergió la figura de José Pérez Ocaña”, presenta el trabajo. La Ocaña fue un artista a todas luces inclasificable y han tenido que pasar más de 40 años de su prematura muerte (acaecida en su pueblo natal, por accidente con su vestido de Carnaval) para que Ocaña sea reivindicado como un icono del movimiento LGTBI y, por extensión, un pionero en la lucha por todas las libertades. 

Fuera vestido como fuera, lsu presencia por las calles no dejaba indiferente a nadie: “Yo salgo a la calle para provocar”, decía al tiempo que se indignaba cuando le tildaban de simple travestido: “Soy artista y cuando pinto pienso que estoy haciendo arte, igual que cuando me visto de mujer”, reclamaba.

Porque para Ocaña disfrazarse iba más allá de buscar el espectáculo y el escándalo; era una manera de reivindicar sus raíces y sus fetiches de los que bebía y se inspiraba; como las ‘mantoneras’ que tejen mantos a la Virgen o las Manolas penitentes que procesionan tras los pasos de la Semana Santa. Travestirse también además era reivindicar la libertad que no pudo tener en su pueblo de Sevilla, Cantillana, donde desde bien pequeño sufrió el acoso de sus vecinos por su condición sexual.

Víctima del llamado sexilio, o tal vez buscando un lugar donde desarrollar sus inquietudes artísticas, Ocaña recaló en Barcelona a principios de la década de los 70, sin formación artística y sobreviviendo con trabajos de pintor de paredes. Poco a poco atrajo la atención de los círculos más vanguardistas de la sociedad barcelonesa. Mítica fue su espontánea actuación en las Jornadas Libertarias de la CNT del año 1977 o su presencia en la primera manifestación del colectivo homosexual que se celebró en nuestro país.

Esta producción propia de RTVE aporta nuevos datos sobre Ocaña, algunos rescatados del archivo propio y otros prácticamente inéditos, como unas grabaciones sonoras, previas a un libro de memorias que nunca vio la luz, en las que el propio Ocaña se quita el disfraz para mostrarse como lo que realmente era: un ser vulnerable, que sufrió mucho pero que eligió la alegría como arma revolucionaria para cambiar su vida.

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