La nostalgia, la asignatura pendiente de TVE
Opinión
El programa Arca fue una revolución en el seno de TVE. Su nombre aludía al Archivo de la Casa. A través de él sus trabajadores podían acceder de un modo rápido a las imágenes que hasta ese momento suponían atravesar unas cordilleras de burocracia infinitas. Partiendo de esta posibilidad, y de que los archivos audiovisuales propiedad de RTVE son infinitos, se abría un abanico enorme a la hora de realizar programas a coste cero. Bastaba poner a trabajar a profesionales de la casa que pusieran energía e ilusión para llevar a cabo maravillas.
Ahora que las olas de calor empiezan a azotarnos nos encontramos los domingos por la noche con que La 2 nos oferta Tesoros de la tele, una recopilación de retazos de programas que a los teleadictos nos hicieron soñar en las décadas de los setenta y los ochenta. La idea es buenísima. Sólo hay un problema. Estas entregas de Tesoros de la tele son exactamente las mismas que se emitieron los veranos anteriores. Nadie con mando en la casa se ha molestado en encargar a quien corresponda la elaboración de nuevos materiales con que obsequiar a una audiencia ávida en reencontrarse con imágenes del pasado.
Algo grave falla en las estructuras de TVE cuando sus responsables son incapaces de poner en marcha la maquinaria de un programa que les saldría a coste cero y bien promocionado elevaría con creces el promedio de la cadena que lo emite, la siempre maltratada y olvidada La 2. En paralelo, se dedican a encargar a productoras privadas espacios tan vergonzantes como los protagonizados como los hermanos Iglesias, o apuestas kamikazes como el musical que presentará Arturo Valls, que va a dejar las cifras de audiencia temblando. Hasta los estudiantes de 1º de Comunicación comprenderán estos argumentos, y sin embargo la rueda sigue girando, mientras la derecha ataca a la actual TVE y la izquierda la defiende por puro interés de control político.
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